5 lecciones aprendidas del estilo de vida
Cómo es tu estilo de vida dice mucho de quién eres
Cómo es tu estilo de vida dice mucho de quién eres
Hay quienes se conforman con ir a remolque de forma pasiva, esperando llegar a donde tienen que estar y saber qué hacer cuando llegue el momento. Hay otros que toman decisiones activas para entender quiénes son y qué quieren, y establecen los objetivos que les harán avanzar en la dirección correcta. Pero una gran parte de tener una vida exitosa, es aprender a lidiar con las lecciones que la vida tiene que enseñarnos.
Hay tantas lecciones que todos desearíamos haber aprendido cuando éramos lo suficientemente jóvenes como para apreciarlas y aplicarlas. Lo que ocurre con la sabiduría, y a menudo con las lecciones de la vida en general, es que se aprenden en retrospectiva, mucho después de que las necesitemos. La buena noticia es que otras personas pueden beneficiarse de nuestras experiencias y de las lecciones que hemos aprendido.
La vida es una experiencia de aprendizaje continuo. A lo largo de nuestra vida nos levantamos y caemos, recogiendo importantes lecciones por el camino. Algunas de estas lecciones provienen de la experiencia, pero hay otras que aprendemos observando a otros o leyendo en libros, por ejemplo.
Por mucho que aprendamos de los libros, hay una gran diferencia entre la experiencia práctica y la teórica. Además, hay muchas lecciones de vida que simplemente no podemos aprender hasta que nos enfrentamos a ciertas situaciones en nuestra vida.
La mayoría de los expertos en el campo de la psicología suelen decir a la gente que una gran parte de la depresión gira en torno a vivir en el pasado. La ansiedad, por otro lado, está causada por pasar mucho tiempo preocupándose por el futuro. Centrarse demasiado en el lado negativo de la vida o intentar elaborar un plan perfecto para el futuro puede hacer que se pierda el momento presente. Perder el momento presente puede llevar a lamentarse. Esfuérzate por centrarte en el momento presente hoy para transformar tu vida.
La salud es un tesoro de valor incalculable; siempre hay que apreciarla, cuidarla y protegerla. La buena salud suele desperdiciarse en los jóvenes antes de que tengan la oportunidad de apreciarla por lo que vale. Tendemos a dar por sentada nuestra buena salud porque simplemente está ahí.
No tenemos que preocuparnos por ella, así que no le prestamos atención. La idea de que nuestra salud es el activo más importante para nosotros es una verdad fundamental. Estar sano es un requisito previo para tener una vida significativa. No podemos ser productivos ni contribuir al mundo, no podemos estar ahí para nuestros seres queridos, no podemos tener experiencias diversas y satisfactorias si estamos agobiados por la enfermedad.
Todos somos diferentes y únicos. Nadie es mejor ni más inteligente que tú. Por lo tanto, no hay que mandar a la gente ni dominarla. Ser amable con la gente, sobre todo cuando te estás abriendo camino, te ayudará a alcanzar tus objetivos rápidamente. Nadie sabe lo que le depara la vida. Ser amable y solidario contribuirá en gran medida a transformar tu vida. Un día, necesitarás la amabilidad de otras personas. Y siempre recibirás lo que das. Esta es una de las buenas lecciones de vida que hay que adoptar desde el principio.
Ese estallido de euforia inicial, de amor que acelera el pulso y de pasión no dura mucho tiempo. Pero eso no significa que el amor duradero no sea posible. El amor no es sólo un sentimiento; es una elección que se hace cada día. Hay que elegir dejar pasar las molestias, perdonar, ser amable, respetar, apoyar, ser fiel. Las relaciones requieren trabajo. A veces es fácil y a veces es increíblemente difícil. Depende de nosotros elegir cómo queremos actuar, pensar y hablar en una relación.
No necesitas que todo el mundo esté de acuerdo contigo o incluso que te guste. Está en la naturaleza humana querer pertenecer, caer bien, ser respetado y valorado, pero no a costa de tu integridad y felicidad. Otras personas no pueden darte la validación que buscas. Tiene que venir de dentro.
Habla, mantén tu postura, hazte valer cuando lo necesites, exige respeto y mantente fiel a tus valores. Esto es lo que tienes que hacer para dejar de complacer a la gente. Una de las mejores lecciones en la vida que necesitas aprender es establecer límites saludables, especialmente si estás cerca de personas tóxicas. Independientemente de si son miembros de la familia, o compañeros de trabajo, estar cerca de personas tóxicas conduce a discusiones, presión arterial alta, y una actitud negativa.
Si la gente tóxica tiene que estar en tu vida, tienes que limitar la capacidad. Establecer límites saludables y atenerse a ellos dará sus frutos a largo plazo.