La procrastinación es un problema común que afecta a muchas personas.

La procrastinación es el hábito de retrasar una tarea importante, normalmente centrándose en actividades menos urgentes, más agradables y más fáciles. Es diferente de la pereza, que es la falta de voluntad para actuar. Puede provocar estrés, frustración y sensación de agobio. Pero la buena noticia es que la procrastinación no es un estado permanente y puede superarse. La procrastinación puede deberse a varias razones, como el miedo al fracaso, el perfeccionismo, la falta de motivación o incluso la sensación de agobio. Identificar la raíz del problema puede ayudarle a abordarlo con mayor eficacia.

La procrastinación puede limitar su potencial y minar su carrera. También puede perturbar el trabajo en equipo, reducir la moral y, en casos extremos, llevar a la depresión e incluso a la pérdida del empleo.

Aquí tienes 10 hábitos que te ayudarán a despedirte de la procrastinación y a tener las mayores posibilidades de éxito.

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Reconozca el motivo

Puede que estés posponiendo una tarea porque has tenido que cambiar las prioridades de tu carga de trabajo. Si retrasas brevemente una tarea importante por una buena razón, entonces no estás procrastinando necesariamente. Sin embargo, si empiezas a posponer las cosas indefinidamente o cambias de enfoque porque quieres evitar hacer algo, probablemente sí lo estés haciendo.

Divida las tareas

Céntrate en hacer, no en evitar. Anote las tareas que debe realizar y especifique una hora para llevarlas a cabo. Esto le ayudará a abordar su trabajo de forma proactiva. Divida las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables. Esto hará que la tarea parezca menos desalentadora y más manejable.

Priorice

Haz una lista de todas las tareas que tienes que hacer y ordénalas por orden de prioridad. Esto le permitirá identificar rápidamente las actividades en las que debe centrarse y las que puede ignorar.

Fija plazos

Ponte una fecha límite para completar una tarea. Esto le ayudará a mantener el rumbo y la motivación para terminarla. Fijarse plazos específicos para completar las tareas le mantendrá en el buen camino para alcanzar sus objetivos, ¡y significará que no tiene tiempo para procrastinar!

Elimine las distracciones

Identifica las cosas que te distraen y elimínalas. Apaga el correo electrónico y las redes sociales, y evita sentarte cerca de la televisión mientras trabajas.

Utiliza un temporizador

Programa un temporizador para una cantidad de tiempo específica y trabaja en una tarea durante ese tiempo. Cuando estamos evitando una tarea, es fácil olvidarse de hacerla. Es mucho más probable que hagamos algo cuando hemos reservado un tiempo específico para hacerlo y lo hemos puesto en nuestro calendario con una alarma. Fíjate en las pequeñas mentiras que nos dice el cerebro, como “lo haré en cinco minutos”, después de que suene la alarma. Intenta terminar la tarea enseguida; si tienes que terminar otra cosa antes, asegúrate de poner otra alarma para volver a ella. 

Recompénsate

Si termina una tarea difícil a tiempo, prémiate con un capricho, como un trozo de tarta o un café de su cafetería favorita. Y asegúrate de darte cuenta de lo bien que te sientes al terminar las cosas. Esto puede ayudarte a mantener la motivación para seguir trabajando.

Tómate descansos

Hacer descansos con regularidad puede ayudarte a mantenerte fresco y concentrado. que disfrutas. Si tiendes a retrasar los proyectos porque te resultan abrumadores, intenta dividirlos en partes más manejables. Organiza tus proyectos en tareas más pequeñas y céntrate en empezarlas, más que en terminarlas. Utiliza este tiempo para descansar, estirarte o hacer algo que te guste.

Organízate

Ser organizado puede ayudarte a sentir que tienes el control y a reducir el estrés. Mantenga su espacio de trabajo limpio y ordenado, y utilice una agenda para llevar un registro de sus tareas y plazos.

Pídele a alguien que trabaje contigo

Pide a un amigo o compañero que te ayude a ponerte manos a la obra con algo que llevas tiempo posponiendo. Las ventajas son tres:

En primer lugar, cuando tienes a otra persona a tu lado, es menos probable que te aburras. Esto significa que no puedes hacer de la soledad tu escudo.

En segundo lugar, si otra persona está dispuesta a invertir su tiempo en lo que tienes que hacer, te verás obligado a completar la tarea lo antes posible.

En tercer lugar, estarás más motivado para terminar tu tarea, incluso cuando la otra persona no esté cerca.

Esta estrategia es especialmente útil cuando estás estresado por una tarea. Desahogarse con alguien puede ayudarte a sentirte más tranquilo.

Conclusión

Si no se trata a tiempo, la procrastinación puede convertirse en una adicción. Y una vez que se padece, resulta muy difícil superarla. Por último, si estás luchando contra la procrastinación, no tengas miedo de buscar ayuda. Un terapeuta o entrenador puede ayudarte a identificar la causa y a trabajar en estrategias para superarla.