La atención plena sexual es una habilidad que puede aprenderse con ejercicios regulares y práctica.

El sexo es mucho más que un imperativo evolutivo, biológico y fisiológico básico. También es esencial para la forma en que conectamos con nuestras parejas romántica, emocional, física y espiritualmente. También es un poderoso aliviador del estrés y una importante fuente de placer y bienestar. Por desgracia, datos mundiales recientes muestran que las personas y las parejas, incluso las más satisfechas con sus relaciones, tienen menos sexo. La pregunta es: ¿puede el Mindfulness sexual ayudarnos a todos a tener no sólo más sexo, sino un sexo más conectivo y placentero?

La atención plena implica centrar la conciencia en el momento presente, incluso cuando hay distracciones, así como observarnos a nosotros mismos y a los demás, sin juzgarlos. La atención plena sexual también consiste en los dos factores de la conciencia y el no juicio. Practicar mindfulness durante las relaciones sexuales implica estar “presente, consciente y aceptar, así como no juzgar durante las experiencias sexuales, para una experiencia más cualitativa para ambos miembros de la pareja”.

La calidad por encima de la cantidad es un enfoque que puede mejorar la vida sexual. Los estudios demuestran que sentirse satisfecho con el aspecto sexual de una relación es más importante para muchas personas que la frecuencia con la que mantienen relaciones sexuales. Quizá le sorprenda saber que la mejora de la intimidad empieza incluso antes de poner un pie en el dormitorio. Es importante cultivar los aspectos no sexuales de la relación para aumentar la satisfacción conyugal. Los actos de ternura y afecto refuerzan los vínculos afectivos entre la pareja. Sentirse seguro y querido es una base sólida para el placer sexual, y practicar Mindfulness sexual puede ayudar.

A primera vista, mantener relaciones sexuales placenteras y cariñosas parece lo último que nos apetecería hacer. Pero todos conocemos el tipo de divagación mental que puede aparecer incluso en medio de grandes placeres. Desde una repetición mental de la reunión de personal al comienzo del día hasta obsesionarse con el último pico jugoso de sexo que estás teniendo en ese mismo momento, al hacer el amor, como en la vida, desconectar es una parte del ser humano que es muy difícil de apagar. Aquí es donde entra en juego el Mindfulness sexual.

El mejor sexo, el de calidad, se produce cuando aprovechamos y jugamos con esa energía casi indomable: la tuya, la mía, la nuestra. No la controlamos ni la poseemos (ni tampoco a la otra persona), pero podemos bailar con algo más poderoso que nosotros mismos durante un rato. La atención plena sexual consiste en prestar atención con intención y propósito, y sin juzgar, a lo que ocurre durante la intimidad. Se trata de estar presente y aceptar el momento tal y como es.

Aquí tienes algunos consejos sobre cómo experimentar Minfulness sexual.

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Empieza fuera del sexo

Empieza practicando mindfulness en tu vida no sexual. Desarrollar la atención plena requiere determinación, esfuerzo y práctica frecuente. Las meditaciones guiadas en YouTube o durante una clase de yoga pueden ser un buen punto de partida. Una vez que te sientas cómodo con este concepto, puedes incorporar el Mindfulness sexual a tu vida sexual. 

Evita las distracciones durante la intimidad

Apaga la televisión y silencia el teléfono móvil. Cierra la puerta para que no puedan entrar animales domésticos. Cree un espacio sagrado en torno a usted y su pareja.

Pase de las tareas cotidianas a la intimidad

Si se da tiempo para prepararse para la intimidad y relajarse de la jornada laboral, es menos probable que le interrumpan pensamientos como “¿He apagado la luz de la cocina?” o que empiece a componer en su cabeza correos electrónicos relacionados con el trabajo. Escribir la lista de tareas pendientes antes del sexo puede ayudarte a despejar la mente.

Respira

Concéntrate en tu respiración. Practica Mindfulness sexual con tu respiración y la de tu pareja, si puedes.

Involucra todos tus sentidos

Enciende una vela. Pon música tranquila. Siente diferentes sensaciones. Luego, durante el acto sexual, pregúntate: ¿qué siento? ¿Qué huelo? ¿Qué veo? ¿Qué oigo? ¿Qué siento? Concéntrate en cada sensación.

No te preocupes por divagar con la mente

Cuando te vengan pensamientos aleatorios a la mente, no te lo reproches. Simplemente date cuenta de esos pensamientos y, a continuación, vuelve a centrar tu atención en el momento presente.

Cultiva la gratitud

Tenga un sentimiento de gratitud por el momento especial que está compartiendo con su pareja. La gratitud libera dopamina, que aumenta la libido.

Libere sus expectativas

Cuando practiques sexo, intenta dejar de lado tus expectativas sobre la perfección, el rendimiento o la necesidad de experimentar un orgasmo. Libere su necesidad de controlar, dirigir o tener una rutina.

Sea amable contigo mismo

Olvídate de la autocrítica, las preocupaciones negativas sobre la imagen corporal y la vergüenza sexual. Si aparecen estos pensamientos, no intentes discutir con ellos. Percátate de ellos e imagínatelos flotando.

Sea amable con su pareja

Esté dispuesto a dejar de lado los juicios. Si es necesario, aparta suavemente los pensamientos críticos. Ser menos crítico con los demás también le ayudará a ser menos crítico consigo mismo.