¿Recibes a tus amigos para cenar? Sé un anfitrión inteligente
A veces parece que invitar a la gente a cenar es un arte perdido, pero no para un anfitrión inteligente.
A veces parece que invitar a la gente a cenar es un arte perdido, pero no para un anfitrión inteligente.
Reunir a la gente para que se relacione en una comida es una de las cosas más gratificantes del mundo. No hay nada mejor que crear una noche especial de comida y unión para las personas que quieres. Una gran cena no se limita a la comida. Se trata de ser un anfitrión inteligente.
Aunque la comida es sin duda el elemento más importante, hay muchas más cosas que intervienen en la planificación y ejecución de una noche increíble alrededor de la mesa. Desde la lista de canciones perfecta hasta la estética de la mesa, pasando por una conversación fluida y un ambiente relajado, si se tienen en cuenta estos pequeños detalles se puede conseguir una noche inolvidable.
La planificación previa hará que una cena sea mucho más fácil de llevar a cabo. Hacer listas precisas y dar tiempo suficiente para cada tarea minimizará el caos y le ayudará a afrontar los inevitables fallos que surjan. Si está pensando en invitar a alguien a cenar, los siguientes plazos, consejos sobre recetas y organización le mostrarán cómo organizar una cena en casa y ser un anfitrión inteligente.
Elabora tu lista de invitados, asegurándote de que tienes suficientes platos para servir a todos. Si es la primera vez que invitas a gente a cenar, empieza con unos pocos amigos cercanos. No querrás presionar a nadie. Un anfitrión inteligente no invita a demasiada gente, y siempre se asegura de que las personas que vienen se lleven bien entre sí.
Pide confirmaciones a los invitados y asegúrate de comprobar sus restricciones dietéticas. Asegúrate de preguntar con antelación si alguien tiene alguna alergia o restricción dietética. La mayoría de la gente comerá amablemente una comida que quizá no disfrute, pero si tienen una alergia, o has servido carne a un vegetariano, no puedes ser considerado un anfitrión inteligente.
Planifica tu menú, teniendo en cuenta qué ingredientes son de temporada y qué se puede preparar un día antes de la cena. Piensa en el aspecto que querrás que tengan tus platos cuando se sirvan, y asegúrate de incluir cualquier utensilio, plato o guarnición especial que vayas a necesitar. Recoge las velas y cualquier otra decoración que quieras para la velada.
Compra el vino y cualquier otra bebida que vayas a servir, y asegúrate de tener un buen sacacorchos. Si tiendes a ponerte nervioso en la cocina, puede ser una buena idea cocinar la comida con antelación. Esto puede hacerse fácilmente en una olla de cocción lenta. Sólo tienes que ponerla en marcha por la mañana y estará lista para cuando tus invitados quieran comerla.
Además, podrás sentarte a disfrutar de la compañía de tus invitados en lugar de preocuparte de que la comida se queme o no esté lista a tiempo. Como anfitrión inteligente, no olvides llenar las bandejas de hielo y comprar más hielo en la tienda si vas a preparar cócteles.
Probar una nueva receta en una cena puede no ser una buena idea. Como anfitrión inteligente, si quieres preparar algo que no sueles tener, al menos haz una prueba antes.
Prepara la mesa y la decoración. La mantelería, el servicio de mesa, los vasos, las tarjetas de mesa y las velas deben estar colocados en este momento.
Si vas a celebrar una gran cena, probablemente hayas pasado días arreglando tu espacio. Pero justo antes de que lleguen los invitados, concéntrate en el panorama general. Recorre cada una de las habitaciones que van a visitar tus invitados y míralas durante unos segundos. Intenta concentrarte sólo en lo que estás viendo y en lo que destaca visualmente como fuera de lugar, y no en lo que “sabes” que está sucio o desorganizado pero que nadie más verá o prestará atención. Dedica estos últimos minutos a arreglar esos espacios.
El tocador o el baño de invitados es un lugar que todos tus invitados visitarán al menos una vez. Por eso, querrás que esté en plena forma. Además de fregarlo de arriba a abajo, como anfitrión inteligente, debes asegurarte de que está preparado para un tráfico intenso de personas.
Un anfitrión inteligente no olvida que las cenas son para divertirse. No te estreses tanto que no disfrutes. Tus amigos han venido a verte, no a evaluar tus habilidades como anfitrión. Si te gusta recibir a tus amigos pero no te gusta cocinar, haz que cada uno traiga un plato, o mejor aún, pide comida para llevar.