El diario de gratitud desvía la atención de lo que no tienes, de tus defectos y de lo que no va bien, hacia lo que sí tienes, tus puntos fuertes y tus triunfos. Centrarse en los aspectos positivos conduce a una perspectiva más equilibrada y puede elevar el estado de ánimo y la autoestima. 

La forma en que pensamos es tan poderosa que el cuerpo responderá de la misma manera a algo que creemos, independientemente de que sea real o imaginario.

Puede ser difícil pensar en lo que se siente agradecido si se siente bajo o ansioso o si ha tenido una semana estresante o difícil, pero es en estos momentos cuando cultivar sentimientos de gratitud puede ser realmente útil. Piensa cuándo es más probable que escribas tu diario de gratitud y programa un tiempo para ello con antelación.

Cuanto más específicos sean nuestros planes, más probable será que los llevemos a cabo. Además, guarda tu diario de agradecimiento en un lugar de fácil acceso cuando lo necesites, como la mesilla de noche o junto a la tetera. Si reduces los obstáculos que te impiden rellenar tu diario de gratitud, será más probable que lo hagas.

He aquí cómo incorporar un diario de gratitud a tu práctica diaria

Si nunca has cogido un diario de gratitud en tu vida, no te desanimes. Para empezar, elige un diario de gratitud que te guste y un bolígrafo bonito, y luego reserva un momento regular para escribir en él. Puede ser al levantarte, en lugar de encender la televisión, o antes de irte a dormir. Si te comprometes a dedicar sólo tres minutos al día durante al menos 30 días, crearás el hábito.

Como sabrá cualquiera que haya hecho un propósito de Año Nuevo, mantener un nuevo hábito puede ser difícil. Mucha gente se siente fracasada por no haber conseguido llevar un diario de gratitud todos los días, pero eso puede deberse a la ansiedad o a la baja autoestima. En esos casos, la gratitud es un gran paso, como levantarse del sofá e intentar correr una maratón. En lugar de eso, pregúntate por qué evitas escribir un diario de gratitud y mira a ver qué surge. 

Conviértalo en un hábito

Incorpora la gratitud a tu rutina diaria estableciendo expectativas realistas para ti mismo. El simple hecho de pensar en una cosa por la que esté agradecido durante el trayecto de la tarde al trabajo o antes de tomar el primer sorbo de café es un buen punto de partida y tendrá los mismos efectos positivos. La gratitud es un músculo que hay que fortalecer: cuánto más la practiques, más agradecido estarás de forma natural.

Sé específico

Es fácil caer en la trampa de dar las gracias por las mismas cosas todos los días: la familia, los amigos. Sé más específico, piensa no sólo en lo que agradeces, sino en el motivo por el que lo haces en ese momento y anótalo en tu diario de gratitud. 

Comparte con los demás

Al decir a los demás que estás agradecido por ellos, no sólo te haces sentir bien a ti mismo, sino que también les harás sentirse apreciados. Incluso expresar la gratitud en general puede mejorar la actitud de todos y animar a los demás a compartir también lo que agradecen. 

Diario de gratitud

Preocúpate por ti mismo

Esto puede parecer un poco contradictorio a la hora de hacer un diario de gratitud, pero es importante centrarse en lo que ocurre en la propia vida y resistir el impulso de compararse con los demás. Compararse constantemente puede dificultar la apreciación genuina y el agradecimiento por las cosas que ocurren en la vida, sobre todo si crees que otra persona está experimentando más felicidad o éxito que tú.

Desafíate a ti mismo

La vida está llena de obstáculos, contratiempos y adversidades. Cuando los tiempos son difíciles, todavía hay muchas cosas por las que estar agradecido. Desafíate a notar estas cosas incluso cuando sea difícil. Considere los obstáculos como oportunidades para aprender, crecer y reflexionar.

Comience un diario de gratitud

Llevar un diario le permitirá dedicar tiempo a pensar en las cosas por las que está realmente agradecido. Puede ser tan sencillo como escribir una frase cada mañana. Sin embargo, si puedes dedicar más tiempo, aprovecha para expresar tu gratitud con más detalle, reflexionar sobre los retos actuales y determinar cómo puedes transformarlos en una experiencia más positiva.

Si eres nuevo en esto de los diarios de gratitud, te sugerimos la práctica “Quién, Dónde, Cuándo, Qué”: El primer día, escribe una página sobre alguien a quien estés agradecido y por qué. El segundo día, escribe sobre un lugar que te guste y escribe por qué.

El día tres, escribe sobre un momento que recuerdes con energía y cariño y por qué, y el día cuatro, escribe sobre algo especial para ti, ya sea un objeto o una actividad que aprecies y escribe por qué. Repite la operación y ¡ya tienes una práctica de gratitud! Este ejercicio es más efectivo si haces cada etapa sin pensar o reflexionar sobre la etapa que le sigue.