Sexo durante el embarazo. ¿Es posible?
El sexo durante el embarazo es bueno para los tres: tú, tu pareja y el bebé: Puede ayudarte a dormir mejor, a bajar la tensión arterial e incluso a ser más feliz.
El sexo durante el embarazo es bueno para los tres: tú, tu pareja y el bebé: Puede ayudarte a dormir mejor, a bajar la tensión arterial e incluso a ser más feliz.
Es completamente seguro que una mujer siga manteniendo relaciones sexuales durante todo el embarazo, a menos que su médico o matrona le hayan indicado lo contrario. De hecho, el deseo sexual de la mujer puede aumentar en ciertas etapas del embarazo, y el sexo puede tener algunos beneficios. El sexo se considera seguro durante todas las etapas de un embarazo normal.
¿Qué es un “embarazo normal”? Es aquel que se considera de bajo riesgo de complicaciones, como el aborto espontáneo o el parto prematuro. Si no estás segura de si entra en esta categoría, consulte a su médico, a su enfermera-partera o a otro profesional de la salud especializado en embarazos.
Por supuesto, el hecho de que las relaciones sexuales sean seguras durante el embarazo no significa que necesariamente quieras tenerlas. Muchas mujeres embarazadas se dan cuenta de que su deseo sexual cambia durante ciertas etapas del embarazo. Además, muchas mujeres consideran que el sexo se vuelve incómodo a medida que su cuerpo aumenta de tamaño.
A medida que la barriga empieza a crecer, la mujer puede descubrir que ciertas posturas le resultan más cómodas. Hablar abiertamente de sexo puede ayudar a ambos miembros de la pareja a disfrutar del sexo durante el embarazo, ya que se habla menos del tema del sexo durante el embarazo, quizá por la tendencia cultural a no asociar a las futuras madres con la sexualidad. Al igual que muchos futuros padres, es posible que tengas preguntas sobre la seguridad del sexo y lo que es normal para la mayoría de las parejas.
Lo normal puede variar mucho, pero puedes contar con que habrá cambios en tu vida sexual. La comunicación abierta será la clave para una relación sexual satisfactoria y segura durante el embarazo.
No. Tu bebé está totalmente protegido por la bolsa amniótica y los fuertes músculos del útero. También hay un tapón de moco espeso que sella el cuello uterino y ayuda a protegerlo de las infecciones. Además, el pene no entra en contacto con el feto durante las relaciones sexuales.
En los casos de embarazos normales y de bajo riesgo, la respuesta es no. Las contracciones que puedes sentir durante y justo después del orgasmo son totalmente diferentes de las contracciones asociadas al parto. No obstante, debes consultar a tu médico para asegurarte de que tu embarazo entra en la categoría de bajo riesgo. Los profesionales de la salud suelen recomendar a todas las mujeres que dejen de mantener relaciones sexuales durante las últimas semanas del embarazo, como medida de seguridad, ya que el semen contiene una sustancia química que puede estimular las contracciones.
En realidad, ambas posibilidades son normales. Muchas mujeres embarazadas descubren que síntomas como el cansancio, las náuseas, la sensibilidad en los senos y la mayor necesidad de orinar hacen que el sexo sea menos agradable, especialmente durante el primer trimestre. Por lo general, estos síntomas disminuyen durante el segundo trimestre y algunas mujeres descubren que su deseo sexual aumenta.
Además, algunas mujeres se dan cuenta de que la ausencia de preocupaciones sobre el control de la natalidad y la renovada cercanía con su pareja hacen que el sexo sea más satisfactorio. El deseo suele volver a disminuir durante el tercer trimestre, ya que el útero crece aún más y la realidad de lo que está a punto de suceder se impone.
Es probable que el deseo sexual de tu pareja también aumente o disminuya. Algunas se sienten más cerca de su pareja embarazada y disfrutan de los cambios en su cuerpo. Otros pueden tener un menor deseo debido a la ansiedad por las cargas de la paternidad, o por la preocupación por la salud tanto de la madre como del niño por nacer. Su pareja puede tener problemas para conciliar su identidad como pareja sexual con su nueva identidad como futura madre. Una vez más, recuerda que la comunicación con tu pareja puede ser de gran ayuda para tratar estos temas.
A la hora de mantener relaciones sexuales, los médicos y las mujeres embarazadas suelen recomendar las posturas de la mujer encima, de lado y del perrito. Algunas de estas posturas pueden servir de apoyo a tu vientre; otras pueden permitirte controlar la profundidad de la penetración, ya que profundizar en ella puede no ser bueno a medida que avanza tu embarazo.
En el tercer trimestre, querrás evitar la posición del misionero, en parte porque tu vientre te estorbará, pero también porque los médicos no quieren que estés de espaldas, ya que esta posición puede elevar la presión sanguínea y reducir la cantidad de sangre que llega al corazón, lo que a su vez reduce la cantidad de sangre que llega al bebé.
Si no te sientes cómodo en la penetración, la masturbación mutua puede ser una solución. Aunque no se trata exactamente de una postura sexual durante el embarazo, esta actividad externa te permite conectar con tu pareja en cualquier lugar en el que te sientas cómodo, desde el sofá hasta la ducha o la cama.
El aumento de la libido que puede producirse con el embarazo ofrece a las mujeres la oportunidad de “ampliar su repertorio sexual”, y la masturbación mutua es una forma atractiva y de bajo mantenimiento de hacerlo.
Consulta a tu médico si no estás segura de que las relaciones sexuales sean seguras para ti. Asimismo, llame si nota algún síntoma inusual después del coito, como dolor, sangrado o flujo, o si experimenta contracciones que parecen continuar después del sexo.
Recuerda que “normal” es un término relativo cuando se trata de relaciones sexuales durante el embarazo. Tú y tu pareja debéis hablar de lo que os parece correcto y más seguro para ambos.