La sequedad vaginal puede afectar a cualquier mujer, pero después de la menopausia es muy frecuente, ya que afecta a más de la mitad de las mujeres posmenopáusicas. La edad media de la menopausia es de 51 años y después de la menopausia las mujeres descubren que su cuerpo cambia.

Los ovarios dejan de producir la hormona femenina estrógeno y sus niveles comienzan a disminuir. Uno de los primeros signos de la reducción de estrógenos en la vagina es la disminución de la lubricación durante la actividad sexual. Sin la producción de estrógenos, la piel y los tejidos de soporte de los labios y la vagina se vuelven más finos y menos elásticos, y la vagina puede resecarse. Aproximadamente la mitad de las mujeres posmenopáusicas experimentan sequedad vaginal.

La sequedad vaginal puede ser un problema común también para las mujeres premenopáusicas con niveles bajos de estrógenos, como las madres lactantes, las que toman píldoras anticonceptivas o antidepresivos, las que se han sometido a una histerectomía y las que han recibido quimioterapia.

Por desgracia, estas condiciones pueden provocar un cambio en tus niveles hormonales. Este cambio puede afectar a la cantidad de flujo vaginal que tienes. También puedes tener sequedad vaginal si no te excitas durante las relaciones sexuales, si utilizas jabones perfumados, lavados o duchas en la vagina y sus alrededores, o si tienes una enfermedad subyacente como la diabetes.

Todo lo que necesitas saber para combatir la sequedad vaginal

Los síntomas más comunes son estos

Pérdida de lubricación y dolor durante las relaciones sexuales: tras la menopausia, aumentan los problemas de lubricación y las relaciones sexuales dolorosas. El adelgazamiento de la piel alrededor de la vagina hace que se dañe más fácilmente. Este daño puede producirse a menudo durante las relaciones sexuales, especialmente si la lubricación es escasa, incluso una fricción suave puede causar dolor y molestias. Las relaciones sexuales dolorosas pueden tener un efecto en cadena que contribuya a la pérdida de deseo sexual. El alivio de los síntomas suele conducir a un aumento del deseo y la excitación sexual.

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Dolor en otras ocasiones: en muchos casos, la sequedad vaginal no sólo provoca dolor durante las relaciones sexuales, sino que puede hacer que resulte incómodo sentarse, estar de pie, hacer ejercicio, orinar o incluso trabajar. La sequedad vaginal puede afectar a la vida cotidiana, tanto si la mujer es sexualmente activa como si no. Esto puede tener un efecto perjudicial en la calidad de vida.

Cambios en el flujo vaginal: muchas mujeres también descubren que su flujo vaginal cambia, volviéndose más acuoso, descolorido y ligeramente maloliente, y pueden experimentar irritación y sensación de ardor. Estos síntomas pueden ser preocupantes, pero se deben simplemente a los cambios hormonales y no son un indicio de algo más grave.

Impacto emocional: la sequedad vaginal puede hacer que las mujeres se sientan diferentes. Los cambios en el cuerpo pueden ser difíciles de aceptar y el dolor y la incomodidad causados por la afección pueden hacer que se pierda la confianza en sí misma y la confianza sexual.

A pesar del elevado número de mujeres que experimentan problemas relacionados con la sequedad vaginal, sigue siendo un problema silencioso del que muchas personas se avergüenzan de hablar con sus parejas, amigos e incluso médicos. Sólo una cuarta parte de las mujeres que padecen estos problemas buscan realmente tratamiento. Este artículo te ayudará a entender la sequedad vaginal, a comprender que no eres la única que sufre esta afección tan común y a animarte a dar los primeros pasos para recuperar tu confianza sexual y tu calidad de vida.

Existen varios tratamientos eficaces que pueden tratar la sequedad vaginal de forma fácil y efectiva. 

Terapia estrogénica tópica

Una opción es la terapia tópica con estrógenos, un medicamento en forma de crema o pomada que la persona puede aplicar directamente en la zona vaginal para aliviar los síntomas. Una persona que utilice una crema tópica absorberá menos estrógenos en comparación con la toma de estrógenos en forma de píldora. Por ello, el riesgo de efectos adversos es relativamente bajo. Algunos ejemplos de terapias tópicas con estrógenos son el anillo vaginal que libera una cantidad baja de estrógenos en los tejidos, la crema vaginal y la tableta vaginal.

Lubricantes e hidratantes

Los lubricantes y las cremas hidratantes también pueden ser útiles, sobre todo para las mujeres a las que no les conviene la sustitución de estrógenos. Una persona puede utilizar lubricantes en el momento del coito para aumentar la humedad. Los lubricantes de base acuosa pueden ser preferibles a los de base oleosa, ya que los de base oleosa pueden provocar irritación y rotura del preservativo.

Actividad sexual regular

Ya sea sola o en pareja, puede ayudar a controlar la sequedad vaginal. El flujo sanguíneo a los tejidos vaginales aumenta durante la excitación, y esto ayuda a estimular la producción de humedad. Unos juegos preliminares adecuados y la excitación antes de las relaciones sexuales pueden ayudar a superar la sequedad vaginal y hacer que el sexo sea más agradable.

Evitar algunos productos de higiene

Muchos productos corporales y de higiene personal contienen fragancias y colorantes que pueden irritar o resecar el tejido vaginal. La vagina contiene un delicado equilibrio de bacterias buenas y se limpia sola. No es necesario realizar duchas vaginales ni utilizar jabones perfumados alrededor de la sensible zona vaginal.

Suplementos de fitoestrógenos

Los fitoestrógenos son compuestos que actúan de forma similar a los estrógenos en el organismo. Se encuentran en alimentos de origen vegetal, como la soja, los frutos secos, las semillas y el tofu; sin embargo, las pruebas de sus beneficios son limitadas y se necesitan más investigaciones.