Muchos de nuestros deseos humanos de cercanía y de mantener a nuestra pareja sexualmente satisfecha, así como la liberación de la tensión física, se complementan directamente con tener una pareja cercana dispuesta a ayudar a saciar esos deseos. Los problemas menores pueden convertirse en grandes, el beneficio de la duda no llega tan fácilmente, y en general es un momento de mierda para todos.

Así que para ayudarte a mantener las cosas satisfactorias y plenas en el dormitorio, aquí hay algunas estrategias que deberías seguir:

1- Comunícate abiertamente con tu pareja

Mucha gente separa sus seres sexuales y sus seres «regulares» de su pareja. Los temas sexuales no tienen por qué ser diferentes. En realidad no deberían dejarse estrictamente en el dormitorio. Cuando ambos, tú y tu pareja, tengáis una oportunidad, deberíais hacer un inventario de cómo os sentís sobre vuestra vida sexual. Es importante ser tan sincero y realista como sea posible, sin ser grosero. Puedes preguntar qué tipo de cosas ya haces que tu pareja adora y también puedes concentrarte en lo que te falta a ti y echas de menos.

Esta discusión debería ser un intercambio de ideas en la que ambos trabajéis juntos para averiguar cómo hacer funcionar los motores del otro una y otra vez. Os sorprenderéis de los sencillo de vuestra vida sexual. Es muy fácil quedar atrapados en nuestras propias cabezas y olvidar lo que es realmente importante.

2- Ábrete a experimentar

Sólo lograrás descubrir los huecos de tu vida sexual actual a través de la experimentación. Después de todo, el desarrollo sexual es un proceso continuo. No sabrás lo que realmente te excita y te deja satisfecha si no pruebas cosas nuevas. Un comienzo fácil es el juego de roles o incluso invertir en juguetes sexuales puede valer la pena para averiguar a qué tipo de estímulo respondes mejor.

Ahora, con juguetes como los vibradores que se pueden llevar puestos, puedes participar en juegos a los que no estás acostumbrado e incluso crear un vínculo para intentar descubrir el juguete juntos. Otras cosas como probar nuevas posiciones es también una gran forma de experimentación. La espontaneidad y el sexo van de la mano.

3- El sexo no es una carrera

La mayoría de las malas interpretaciones provienen de personas que no conciben el sexo de una manera que conduzca a una sesión que valga la pena. Las personas tienden a estar:

  • Demasiado enfocadas en la penetración
  • Demasiado enfocadas en el orgasmo.

El sexo debe ser un compartir mutuo para dar placer a la otra persona a cualquier nivel de intensidad. Si en lo que te enfocas es en que ambos tengáis un orgasmo, hay mucho más a lo que no estás dando el valor adecuado. Y me refiero a los preliminares o actos específicos sólo para tu pareja. Acabaría mucho más satisfecha.

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4- Edúcate

Nuestra educación sexual es mala, tanto en los colegios como con nuestros padres. Ellos tienden a dar una versión muy higiénica de la educación sexual con el objetivo principal de evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, mientras que las escuelas dan una presentación muy científica de todas las cosas relacionadas con el sexo y los órganos sexuales.

La mayoría de los hombres, por ejemplo, no se dan cuenta de que un gran porcentaje de mujeres no pueden alcanzar el orgasmo sin algún nivel de estimulación previa del clítoris, mientras que muchas mujeres no saben qué partes del pene son las más sensibles. Si aprendiéramos sobre los genitales implicados y de cómo influyen en el placer sexual, la cosa cambiaría.

5- Explora antes de caer en la tentación

También tendemos a centrarnos demasiado en nuestros genitales durante los encuentros sexuales, ya que son las principales herramientas utilizadas. Eso no significa que el cuerpo no esté lleno de otras zonas erógenas como los muslos, la cintura, las orejas, etc. Frotarse y tocarse mutuamente puede hacer mucho. Esto se debe a que tenemos una respuesta física al tacto sexual que libera una gran cantidad de diferentes químicos en el cerebro.

Este tipo de contacto tierno antes, durante o después de un encuentro sexual, ayuda a avivar las llamas de la intimidad entre dos personas, mientras que evita completamente cualquier ansiedad que rodee nuestras partes privadas. No pienses que los genitales son las únicas cosas involucradas en que te quedes satisfecha: es una experiencia de todo el cuerpo.

6- Relájate y disfruta

La satisfacción sexual se logra no forzándola sino creando un ambiente propicio para ello. Tanto tú como su pareja debéis relajaros en la presencia del otro. Un hombre debe tratar de no preocuparse por cuánto tiempo va a durar o si su cuerpo está a la altura, mientras que una mujer debe hacer lo posible por no preocuparse por «decepcionar a su hombre». Así que enciende unas velas, besa a tu pareja con cuidado, y prepárate para conectar física y emocionalmente.