Acostarse temprano para sentirse mejor
Dormir temprano es muy importante para la salud, tanto si eres una persona adulta como un adolescente.
Dormir temprano es muy importante para la salud, tanto si eres una persona adulta como un adolescente.
Los beneficios de acostarse temprano van más allá de la imaginación. “Acostarse temprano, levantarse temprano, hace al hombre sano, rico y sabio” fueron las palabras pronunciadas por Benjamin Franklin – y tenía toda la razón. Dormir lo suficiente tiene muchos beneficios probados para la salud. Los científicos han aprendido más y más a medida que han ido comprendiendo mejor el papel del sueño.
Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses no consiguen dormir las ocho horas recomendadas por noche. Sin embargo, es evidente que no todos los que no duermen lo suficiente tienen problemas para conciliar el sueño. Muchos de nosotros simplemente nos quedamos despiertos hasta demasiado tarde o posponemos la hora de acostarnos en favor de otras actividades. Cuando éramos niños, los adultos siempre nos instaban a ir a la cama temprano.
Si cuestionábamos, nos explicaban cómo el sueño ayuda a los niños a crecer físicamente y a mejorar mentalmente. Entonces, ¿por qué ellos (y ahora nosotros) nunca siguieron la misma rutina? Puede que pensáramos que los adultos son más fuertes y todo eso. Pero no es así. Los adultos simplemente tienen más obligaciones que cumplir y menos tiempo para sí mismos. Pero adelantar la hora de acostarse, aunque sólo sea 60 minutos, puede tener enormes beneficios para el cuerpo, el estado de ánimo y las relaciones.
Olvídate de las endorfinas después de correr: una hora más de sueño proporciona la mejor inyección de ánimo. En una encuesta reciente realizada a más de 700 encuestados de entre 17 y 79 años, los que se identificaron como madrugadores dijeron sentirse más felices y saludables que sus homólogos noctámbulos. Los investigadores afirman que cuando se omiten las siete o nueve horas de sueño recomendadas, el agotamiento puede provocar una amplia gama de efectos negativos en el cerebro, como depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
En comparación con las personas que se acuestan temprano, las que se acuestan muy tarde tienen más probabilidades de verse abrumadas por pensamientos negativos repetitivos, según un estudio publicado a finales del año pasado. Los resultados sugieren que la interrupción del sueño podría estar relacionada con el desarrollo de pensamientos pesimistas.
¿El lado bueno? Los psicólogos sugieren que centrarse en los buenos hábitos de sueño puede ayudar. Por supuesto, acostarse temprano no eliminará los problemas con los que se está lidiando, pero ahora sabemos que realmente puede ayudar a ponerlos en perspectiva.
Dormir lo suficiente tranquiliza nuestro cuerpo y reduce la presión arterial. Es crucial, teniendo en cuenta la cantidad de personas que sufren infartos de miocardio y, en consecuencia, derrames cerebrales debido a la elevada presión de la sangre en sus venas. Dado que la presión arterial alta aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, el sueño podría mejorar la calidad de su vida o incluso salvarla.
No parece una afirmación demasiado descabellada, ya que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en el mundo, y en Estados Unidos alguien sufre un ictus cada 40 segundos.
Acostarse temprano podría ser una medida preventiva de enfermedades mortales como el cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado oficialmente el trabajo nocturno como un probable carcinógeno, ya que interfiere con nuestro ritmo circadiano (también conocido como reloj corporal). La Ivy League Harvard Medical School afirmó que un sueño de buena calidad reduce el riesgo de enfermedades crónicas potencialmente mortales.
Las estadísticas sobre el sueño muestran que 7 de cada 10 estudiantes universitarios no duermen lo suficiente; sin embargo, el sueño ha demostrado ser una excelente ayuda para la memoria. Tanto los estudios en animales como en humanos han descubierto que un sueño de buena calidad, durante el tiempo adecuado (siete-ocho horas), tiene un impacto positivo tanto en el aprendizaje como en la memoria.
En primer lugar, una mente alerta ayuda a adquirir y absorber información mientras se está despierto. La privación del sueño provoca una dificultad para concentrarse y acorta la capacidad de atención. Cada vez hay más estudios que demuestran que el sueño nos ayuda a procesar y retener la información a largo plazo, lo cual es fundamental para aprender cosas nuevas.
Perder el sueño durante una sola noche puede aumentar en un 5% las posibilidades de desarrollar Alzheimer, según los NIH. La razón es el aumento de la proteína beta-amiloide, que puede aglutinarse para formar placas en las regiones del tálamo y el hipocampo del cerebro (las partes más vulnerables al Alzheimer). Cuanto más se duerme, menos riesgo se corre.
Acostarse más temprano puede regular su horario de sueño. Una vez que descubras la cantidad de “necesidad de sueño” de tu cuerpo, podrás despertarte de forma natural a la hora adecuada cada mañana, sin sentirte aturdido mientras llegas tarde al trabajo.
Hay un montón de pruebas de que el sueño es el ingrediente crucial cuando se trata de controlar el peso: el sueño impide que se acumulen kilos. Desde hace décadas, los científicos y los médicos explican que dormir poco afecta a la secreción de cortisol (una hormona que regula el apetito) y a la capacidad del organismo para regular los niveles de azúcar en sangre. Esto significa que, si se carece de sueño, aumenta el riesgo de ganar peso o de padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2.