El sueño afecta a todos los aspectos de la salud y la vida cotidiana de una persona, incluidas las relaciones sexuales y la intimidad.
Las investigaciones demuestran que dormir menos puede provocar falta de sexo. Un estudio reveló que cuanto más y mejor dormía una mujer, más interesada estaba en el sexo al día siguiente. De hecho, la intimidad libera unas hormonas del bienestar llamadas endorfinas. Estas hormonas ayudan a relajarse y a liberar el estrés y la ansiedad. El orgasmo en la mujer aumenta el estrógeno, que mejora el sueño profundo, por lo que la falta de sexo puede provocar somnolencia.
Es normal que las mujeres experimenten fluctuaciones de la libido, que pueden estar causadas por cualquier cosa, desde el estrés hasta los cambios hormonales. Pero según un nuevo estudio, hay una forma sencilla de que las mujeres aumenten su interés sexual: dormir más. La conexión entre sexo y sueño va más allá de la cama; a menudo, una vida sexual sana conlleva una mejor salud del sueño, y los problemas de sueño pueden causar falta de sexo. Si el sexo o el sueño se resienten, lo más probable es que se pueda mejorar uno mejorando el otro.
He aquí cómo la falta de sexo puede afectar al sueño y viceversa.
¿Puede la falta de sexo provocar insomnio?
Estudios llevados a cabo por la Fundación Nacional del Sueño han descubierto que los adultos suelen necesitar entre siete y nueve horas de sueño cada noche. Los estudios clínicos han descubierto que el adulto medio de hoy en día duerme menos de siete horas por noche, lo que abre la puerta a todo tipo de problemas de salud y sexuales. La falta de sueño se ha asociado a una disminución del deseo y la excitación sexual en las mujeres. En consecuencia, el insomnio, que es uno de los trastornos del sueño más comunes, puede ser un factor de riesgo de disfunción sexual.
¿El sexo ayuda a dormir mejor?
Tras un orgasmo, el cuerpo libera hormonas, como la oxitocina, que pueden inducir sensaciones placenteras y relajantes. El sexo también reduce los niveles de la hormona cortisol, asociada al estrés. Para las mujeres hay una ventaja, ya que el sexo aumenta los niveles de estrógeno, mejorando la fase REM, lo que permite un sueño más profundo. Los estudios indican que estos cambios hormonales pueden provocar somnolencia y facilitar la conciliación del sueño. Este efecto puede producirse con la masturbación y el sexo. Alrededor del 50% de las mujeres afirman que un orgasmo por masturbación les ayuda a conciliar el sueño y mejora la calidad del mismo.
En otro estudio, se identificaron asociaciones significativas entre la duración del sueño, el insomnio y la actividad sexual y la satisfacción sexual. Las mujeres que dormían menos de 7-8 horas por noche tenían menos probabilidades de ser sexualmente activas y de estar sexualmente satisfechas.
Disminución de los niveles de endorfinas
Las endorfinas desempeñan un papel importante en el rendimiento sexual femenino. Son responsables del aumento del deseo y la estimulación sexual entre las mujeres. Por lo tanto, si sus niveles de endorfinas disminuyen, puede experimentar niveles más bajos de libido. Por desgracia, la privación de sueño disminuye los niveles de endorfinas. Lo que hace que esto sea preocupante es que los efectos aparecen inmediatamente después de sólo unos pocos días de privación de sueño y esto puede causar una falta de sexo.
Falta de lubricación vaginal
La falta de sueño afecta a la capacidad de lubricación de los genitales femeninos durante las relaciones sexuales. Esta disminución puede causar dolor durante la penetración. Sentir dolor durante el coito puede contribuir a que las mujeres experimenten una falta de sexo.
Bajo deseo sexual y mal humor
La falta de sueño hace que uno se sienta cansado, fatigado, ansioso y deprimido. Esto se debe a que los niveles de cortisol aumentan cuando no se duerme lo suficiente. Dormir poco también puede dificultar las relaciones sexuales por su efecto en la salud mental. Un sueño insuficiente y fragmentado puede exacerbar trastornos como la depresión y la ansiedad. Estos trastornos suelen estar relacionados con disfunciones sexuales que pueden causar falta de sexo en las mujeres.