Lavar, hidratar, protegerse y maquillarse. El cuidado de la piel es sencillo, ¿verdad?
Las mascarillas faciales serán tu nuevo aliado imprescindible en tu rutina skincare. No hay nada malo en una rutina básica de cuidado de la piel, sobre todo si funciona. Pero si eres una de las millones de personas que sufren afecciones cutáneas, desde acné hasta rojeces, es posible que estés buscando un refuerzo para el cuidado de la piel. Por desgracia, los tratamientos profesionales, como los faciales, pueden ser caros.
Aquí es donde entran en juego las mascarillas faciales, que ofrecen un tratamiento intenso de la piel por un precio asequible. La “magia” de las mascarillas faciales es bastante sencilla. Los ingredientes de una mascarilla facial se mantienen más tiempo en contacto con la piel gracias al fenómeno de oclusión de la mascarilla sobre la piel. Las mascarillas faciales atrapan la humedad o el ingrediente en la piel y crea una película que ayuda a hidratar, humedecer, secar o exfoliar la piel en función de los ingredientes utilizados y su finalidad. Por lo tanto, las mascarillas faciales permiten que los ingredientes penetren mejor en la piel en poco tiempo. Ya sea ácido salicílico para el acné, vitamina C para las líneas de expresión o retinoides para aclarar las manchas oscuras, una mascarilla facial puede ofrecer una dosis más concentrada y una versión más intensa de sus ingredientes en comparación con otras formas de aplicación.
Una vez establecida tu rutina diaria de cuidado de la piel, cuidarla es bastante sencillo. Sin embargo, a veces la piel necesita un estímulo adicional para mantener el tacto y el aspecto saludables. Cuando esto ocurre, ¿qué hay que hacer? La respuesta es sencilla: utilizar una mascarilla facial. A menudo se subestima el poder de las mascarillas, pero tienen muchos beneficios que te harán preguntarte por qué no las has utilizado antes.
Estos son los beneficios de utilizar mascarillas faciales para el cuidado de la piel.
Los rituales de cuidado de la piel son relajantes y terapéuticos
Las mascarillas no sólo ofrecen resultados que mejoran el aspecto general de la piel. También pueden ser muy terapéuticas. Cuando están impregnadas de aceites esenciales aromáticos como el de menta y romero, una mascarilla facial puede levantar el ánimo estimulando los sentidos. Utiliza una mascarilla facial siempre que tengas entre 20 y 30 minutos reservados para “tiempo para ti”. Puedes hacerlo realizando cualquier actividad que te relaje: viendo tu programa de televisión favorito, viendo vídeos divertidos de perros o dándote un baño caliente. Te sumergirás en una maravillosa experiencia sensorial que no sólo relajará tu mente y tu espíritu, sino que además te dejará una piel de aspecto fabuloso.
Resultados inmediatos
La mayoría de los productos para el cuidado de la piel necesitan un uso continuado para que sus efectos sean visibles en tu piel. Son importantes para mantener la piel en buen estado durante todo el año. Sin embargo, a veces necesitas a modo de urgencia tener una piel con mejor aspecto para eventos importantes, como entrevistas de trabajo o citas. Las mascarillas faciales tienen el poder de hacer exactamente eso, mejorando instantáneamente su cutis. Concebidas para afinar los poros, eliminar las impurezas, aumentar la hidratación y unificar el tono de la piel de una sola vez, las mascarillas faciales son un producto esencial en tu neceser de cuidados faciales.
Para todos los problemas de la piel
Al igual que los limpiadores y las cremas hidratantes, las mascarillas faciales también se adaptan específicamente a los distintos tipos de piel y problemas. Hay tantas variantes de mascarillas faciales que, por muy problemática que sea tu piel, encontrarás una que tratará rápida y fácilmente cualquier problema que tengas.
Limpieza profunda
Utilizar un limpiador a diario evita que las impurezas, la grasa y las bacterias se acumulen en la piel, pero no suelen limpiar los poros en profundidad. Utilizar una mascarilla unas cuantas veces a la semana dará a tu piel un impulso extra y eliminará la suciedad de debajo de la capa externa de la piel. Son más eficaces que un limpiador normal, pero no las utilices con demasiada frecuencia. Su uso excesivo puede eliminar de tu piel su barrera protectora natural, aumentando la sensibilidad y la producción excesiva de grasa.
Relajantes y antiestrés
Las mascarillas faciales no sólo tienen una cantidad increíble de beneficios para el cuidado de la piel, sino que también tienen un impacto bastante significativo en el bienestar mental. Dedicar un momento del día a utilizar una mascarilla facial permite relajarse y sentir cómo desaparece el estrés mientras los ingredientes que cuidan la piel hacen su magia en el cutis.
Las mascarillas ayudan a iluminar la piel
Las mascarillas faciales, sobre todo las que contienen menta, estimulan la circulación sanguínea. El proceso de secado de la mascarilla sobre la piel cuando se endurece, junto con su retirada, provoca una expansión de los vasos sanguíneos de la piel.
Esto garantiza una mejora general del tono de la piel, tendrás una piel más suave y tersa, y también notarás un brillo radiante y un aspecto más fresco. Relájete, siente y respira el aroma a menta y espere a que tu piel se transforme.
Las mascarillas faciales te ayudan con tu rutina diaria de cuidado de la piel
La mascarilla ayuda incluso a que el resto de productos de cuidado de la piel actúen con mayor eficacia. Si quieres que tu piel absorba más rápida y profundamente tus cremas de día, sérums y productos de noche, es necesaria una mascarilla facial. Si utiliza la mascarilla con regularidad, te asegurarás de que sus productos tonificantes, hidratantes y protectores actúen mejor, proporcionándole los resultados que desea conseguir a un ritmo mucho más rápido.