6 consejos para evitar el eczema de verano
Para las personas con eczema de verano, la época estival no siempre es tan dulce.
Para las personas con eczema de verano, la época estival no siempre es tan dulce.
El eczema de verano que pica y es incómodo puede ser una afección imprevisible. Para algunas personas, el aire seco del invierno provoca brotes. Pero para otros, es el clima más cálido -y la sudoración, los alérgenos del exterior y la mayor exposición a la luz solar- lo que puede encender un ataque de picores, sarpullidos y otros síntomas.
Esto puede hacer que las fiestas de natación, los picnics y otros tipos de diversión al aire libre sean un reto. Afortunadamente, se pueden tomar medidas para evitar los peores efectos del clima cálido sobre el eczema. Las personas que padecen esta enfermedad deberían poder ir a la playa, disfrutar de sus vacaciones y pasar un rato relajado, como sugerimos.
De hecho, la relajación reduce el estrés, lo que puede ayudar a reducir el eczema de verano. Las personas con eczema sólo tienen que tomar ciertas precauciones antes y después de las actividades de clima cálido.
Las altas temperaturas y las actividades de clima cálido, como nadar y pasar horas al sol, pueden ser desencadenantes del eczema. ¿Por qué el verano es una época tan complicada para el eczema? En primer lugar, el aumento del calor y la humedad puede provocar una mayor sudoración; el sudor es el enemigo número 1 de las pieles propensas a los eczemas en verano, ya que puede provocar un mayor agravamiento, según una investigación.
El sudor contiene varias sales que pueden ser irritantes para las pieles agrietadas, como la del eczema. Más concretamente, el sudor puede contener zinc, cobre, hierro, níquel, cadmio, plomo, manganeso, sodio y cloruro, y cuando éstos se acumulan, puede producirse una irritación.
Puedes notar que el eczema empeora sobre todo en las zonas donde queda atrapada la humedad, como los codos, la nuca o la parte posterior de las rodillas. Los saltos al agua y la aplicación de crema solar -dos hábitos habituales en verano- también pueden hacer que el eczema que creías tener controlado se convierta en una confusión. La buena noticia es que puedes adoptar un enfoque proactivo para minimizar estos riesgos.
Elegir un protector solar físico frente a uno químico es la mejor opción para las personas con eczema de verano. Algunos protectores solares químicos pueden irritar la piel sensible, pero los protectores solares físicos también son más hidratantes. Busca las palabras “físico” o “mineral” en el envase e ingredientes como el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
Esta opción de tratamiento utiliza luz ultravioleta -la misma que se encuentra en la luz solar- que ha sido filtrada para eliminar los aspectos perjudiciales. La exposición controlada a la luz ultravioleta durante el día puede mejorar el eczema y prevenir los brotes debido a las propiedades antiinflamatorias de las longitudes de onda ultravioleta B.
Un estudio publicado en The British Journal of Dermatology en el que participaron niños con eczema descubrió que el tratamiento con luz ultravioleta B de banda estrecha reducía los signos del eczema en un 61%. Sin embargo, este tratamiento no tiene por qué limitarse a una práctica veraniega, sino que puede utilizarse durante todo el año.
Mantenerse seco debería ser tu mantra veraniego si tienes una piel propensa a los eczemas en verano. Si sientes que la transpiración empieza a acumularse y que la camiseta se te pega a la espalda, por ejemplo, cambia la ropa mojada por otra seca en cuanto puedas. Un estudio reveló que cambiarse de ropa cuando se moja con el sudor es una forma eficaz de controlar el sudor si se tiene eczema.
Además, para proteger la piel de las quemaduras solares suele ser necesario llevar ropa ligera y de manga larga. Asegúrate de que la ropa que elijas incluya materiales ligeros que no te hagan sudar. La ropa también debe ser holgada para evitar irritaciones innecesarias en la piel.
Los productos químicos que se encuentran en las piscinas con cloro y la sal que se encuentra en el océano podrían ser un problema para quienes tienen la piel sensible. En caso de que no haya una ducha a la vista, llévate una botella de spray llena de agua y úsala para aclararte inmediatamente después. A continuación, vuelve a aplicarte crema hidratante y protector solar para proteger la piel y evitar que se reseque.
Intentar minimizar la sudoración es una primera línea de defensa obvia. Mantenerse fresco evitando las temperaturas excesivamente cálidas y reduciendo la sudoración son las estrategias más importantes. Esto puede significar que te mantengas a la sombra cuando estés en el exterior o que te quedes en un entorno con aire acondicionado cuando suban las temperaturas. Asegúrate también de beber mucha agua. Este hábito mantendrá tu cuerpo a una temperatura normal, y opta por ropa holgada de tejidos transpirables.
Además de estos consejos para aliviar el eczema en los meses de verano, también es importante que visite a su dermatólogo para recibir atención médica profesional de su condición de eczema de verano. Los dermatólogos expertos ofrecen una variedad de tratamientos para reducir los brotes de eczema de verano, incluidos los corticosteroides tópicos.
El tratamiento farmacológico puede reducir la hinchazón, la inflamación y el picor para reducir el riesgo de infecciones cutáneas más graves y otros daños cutáneos relacionados con el eczema. Si su eczema parece estar fuera de control este verano, no demore una consulta profesional de la piel.