Cómo prepararse para la primera cita (y conseguir una segunda)
Hemos reunido una serie de consejos para la primera cita que le ayudarán a conseguir una segunda cita.
Hemos reunido una serie de consejos para la primera cita que le ayudarán a conseguir una segunda cita.
Así que te has armado de valor para invitar a salir a esa persona especial y te ha dicho que sí. Ahora viene la parte más difícil: planear la primera cita. Hemos reunido una serie de consejos para la primera cita que te ayudarán a conseguir una segunda cita.
Dúchate bien. Lávate con champú y acondición. Cepíllate, usa el hilo dental y empaca mentas. Hidrata tu piel. Peina tu cabello; maquíllate ligeramente; lleva artículos de tamaño de viaje para los retoques de mitad de la jornada. Usa desodorante. Córtate o lima las uñas. Aféitate o depílate… ¡todo ese tipo de cosas!
La primera impresión lo es todo, y no querrás que tu ropa arruine la noche. Debes ir limpio y pulido. Vístete de acuerdo con el entorno (nada de trajes en una cafetería). Llevar la ropa arrugada o los vaqueros manchados transmite el mensaje de que no te importa estar allí. Tu pareja tarda unos segundos en decidir qué puede deparar el futuro, basándose únicamente en tu aspecto. Un estudio realizado en el Reino Unido demostró que las mujeres dan apenas 90 segundos para decidir si quieren una segunda cita (los hombres ofrecen 5 minutos completos).
El lugar que elijas marca el tono de la cita. A menos que ya sepas qué tipo de actividades le gustan a tu cita, lo mejor es elegir un lugar neutral y sin presión en el que podáis centraros en conoceros y averiguar hasta qué punto conectáis. En lugar de cenar y ver una película, sugiere probar un bar local o una nueva cafetería de moda. El ambiente informal es un espacio idóneo para mantener una conversación interesante, sin la presión de tener que vestirse elegantemente o comprar una comida cara. Si se siente incómodo, puede marcharse después de la primera copa.
Algunos lugares divertidos para la primera cita pueden ser: una clase de cocina, un paseo en bicicleta, una cata de vinos, una partida de bolos o incluso un paseo en barco/ferry.
Si vas a recoger a tu cita, limpia el coche y llena el depósito de gasolina. Si tienes pensado beber alcohol, es mejor que cojas un taxi o llames a un Uber. Añade el número de la compañía de taxis en tu teléfono o descárgate de antemano una aplicación para compartir viajes.
No olvides tu cartera y lleva suficiente dinero en efectivo para cubrir toda la cuenta. Queda por ver si la otra persona espera ir a saco en la cita, pero prepárate para pagarlo todo. Tanto si se trata de bebidas como de una cena o una taza de café, no te arriesgues a pasar la vergüenza de no poder pagar toda la cuenta.
Una de las cosas más respetuosas que puedes hacer es apartar el teléfono. Si es posible, siléncialo. No revises tus mensajes de texto o tus cuentas de redes sociales si te sientes incómodo. Se percibe como desinterés. Unos momentos de silencio están bien. Escucha atentamente lo que te dice la otra persona. Un conversador experto escucha tanto como habla. La comunicación es la clave.
Si te cuesta superar las malas experiencias de las citas, céntrate en lo que puedes aprender de ellas en lugar de quedarte con lo negativo. ¿Tuviste comportamientos poco amables o injustos en tus citas? ¿Hay algo que podrías haber hecho para mejorar las situaciones pasadas? Aprende de tus errores y lo harás cada vez mejor en cualquier cita.
El hecho de analizar en profundidad cómo te presentas se traslada a tu cita en la forma en que te comunicas tanto verbal como no verbalmente. De hecho, tus palabras no verbales (tu lenguaje corporal y tus expresiones faciales) son quizás lo que más comunicas. Por ejemplo, si te interesa lo que tu cita tiene que decir, no te cruces de brazos.
Demasiada información demasiado pronto puede ser contraproducente para ti. Sopesa tus palabras y los temas que eliges y evita hablar, por ejemplo, de tu ex. Son cosas que pueden tratarse en el futuro, pero no son necesarias para una primera cita en la que la diversión y el interés deben ser las palabras clave.
Sé amable y simpático con todo el mundo, no sólo con tu posible pareja. La actitud que tengas permanecerá en la mente de la otra persona incluso después de que os separéis. Verán tu actitud (o la falta de ella) como un reflejo de cómo tratas a la gente en la vida y en las relaciones.
La parte más importante de la cita es la de la despedida. No tiene por qué ser raro o embarazoso. Aunque todas las situaciones son diferentes, lo mejor es abrazar o besar (la mejilla está bien) al despedirse. Un simple saludo puede ser visto como una señal de falta de interés, un apretón de manos como algo profesional. Un beso es, en efecto, más personal y envía un mensaje de “segunda cita”.