Para ser una zona de piel tan pequeña, el perineo puede dar lugar a mucho placer. El perineo, también llamado “mancha”, es la zona situada entre los genitales y el ano. Y sea cual sea tu sexo, jugar con esta zona puede ser un gran complemento para tu vida sexual. 

El perineo es rico en terminaciones nerviosas sensibles. Independientemente del sexo que se le haya asignado al nacer, hay muchas oportunidades de placer. Tanto si tienes un pene como una vulva, el perineo se vuelve más sensible cuando estás excitado.

Durante la excitación, todos los cuerpos experimentan una hinchazón y congestión en la zona genital, lo que se traduce en un aumento de la sensibilidad de toda la región genital. Y como en cualquier otro acto sexual, a algunas personas les encanta que les toquen el perineo, mientras que otras prefieren no hacerlo.

Si eres nuevo en el juego del perineo, los toques suaves son una buena manera de empezar. Hacer cosquillas, lamer, hacer círculos con los dedos, presionar suavemente hacia dentro con los nudillos o incluso estimular esta zona con un vibrador puede ser súper placentero y un complemento adicional a tus actuales zonas de placer.

También puedes incorporar la estimulación de la próstata, para quienes la tienen. Las personas con próstata disfrutarán especialmente de la estimulación exterior del “punto P” aplicando presión en el perineo.

Pasar tiempo en el perineo puede ser una buena manera de empezar a explorar el sexo anal, si es algo que te resulta curioso. Si ya incorporas el juego anal, puedes tocar o lamer el perineo de tu pareja antes de pasar al sexo con penetración, al rimming anal o al uso de un juguete sexual. 

Aquí tienes una guía rápida de cinco pasos que te ayudarán a obtener el máximo placer de la zona del perineo

Perineo

Empieza a explorar por tu cuenta

Antes de que te pongas en contacto con tu pareja, es una buena idea explorar el perineo por tu cuenta. Así podrás identificar el tipo de sensaciones que te gustan. El perineo es como una telaraña de músculos que sostienen el suelo pélvico. Básicamente, todos convergen entre sí en una sola unidad. Dicho esto, una presión suave a lo largo o contra el vientre del músculo es una buena manera de empezar.

Una vez que hayas utilizado los dedos para aplicar una presión suave durante un tiempo, te recomendamos que pruebes diferentes formas de estimulación digital. Algunos prefieren el cosquilleo sensual de un toque ligero, mientras que otros prefieren una forma de presión más profunda con un ligero movimiento de roce.

Una vez que encuentres una sensación que te haga sentir bien, ¡sigue adelante! Puedes centrarte sólo en el perineo o añadir otras formas de estimulación, como acariciar el pene o la penetración anal con los dedos o con un plug anal.

Incluso si no llegas al orgasmo sólo con la estimulación del perineo, aplicar algo de presión en la zona puede ayudarte a acercarte al clímax. De hecho, masajear el perineo aumenta el flujo sanguíneo en la región pélvica, lo que puede provocar erecciones más fuertes. También atrae el líquido prostático hacia la próstata y favorece el movimiento de los espermatozoides, lo que inicia el proceso de preparación de tu cuerpo para el orgasmo.

Utiliza un juguete sexual

Si estás contento con lo que te ofrecen tus manos, ¡sigue con el buen trabajo! Pero si tu perineo anhela una estimulación más intensa, el uso de un vibrador puede mejorar tu juego de placer. Te sugerimos que coloques un vibrador externo sencillo, como una bala vibradora o una varita mágica, contra el perineo. Empieza con el ajuste más suave. A continuación, sube la intensidad hasta la que más te convenga.

Para una estimulación aún mayor (y un posible orgasmo sin manos), opta por un masajeador doble de próstata y perineo. 

Pruébalo con un compañero

Una vez que te sientas cómodo explorando el perineo por tu cuenta, pruébalo con una pareja. Puedes usar un masajeador doble de próstata y perineo mientras os revolcáis juntos, o puedes pedirle a tu pareja que te acaricie, lama o presione suavemente tu perineo mientras os besáis, tenéis sexo P-en-V, recibís sexo oral o hacéis cualquier otra cosa que sea divertida y excitante para los dos.

Dejar que tu pareja explore esta parte de tu cuerpo puede ser una experiencia increíblemente vulnerable, así que es importante que lo intentes con una pareja en la que confíes. El objetivo es dejar que tu cuerpo se relaje por completo y se entregue a esta sumisión. Contar con una pareja experimentada que entienda perfectamente las sensibilidades de la piel y los músculos aumentará en gran medida tus posibilidades de alcanzar este orgasmo sin manos.

No olvides el lubricante

No existe tal cosa como demasiado lubricante cuando se trata del juego anal. Elige un lubricante a base de silicona para ayudar a reducir la fricción y evitar rozaduras o desgarros dolorosos.

Prepárate

Antes de empezar, asegúrate de que tus manos (o las de tu pareja) están limpias. Sin uñas largas. Sin puntas sucias. Sin manchas de comida, y definitivamente sin movimientos bruscos. Además, colocar un preservativo o un guante de látex sobre el dedo es una buena idea si la penetración está en el menú.