Esto es lo que nadie te dice sobre el sexo
No todo sobre el sexo es tan evidente, y nadie quiere hablar de ello
No todo sobre el sexo es tan evidente, y nadie quiere hablar de ello
No todo sobre el sexo es tan evidente, y nadie quiere hablar de ello
Seamos sinceros, nadie te prepara adecuadamente sobre el sexo. Como sociedad, hablamos de ello, intentamos preparar a nuestros jóvenes, les enseñamos a ser parejas responsables y respetables, pero nadie te cuenta realmente los detalles esenciales del sexo. Levantando las manos virtuales, ¿cuántas veces como novato sexual has pensado: “Bueno, ¿por qué nadie me ha hablado de eso?”. Todo el mundo debería levantar la mano. Todo el mundo.
Vamos a fingir durante cinco minutos que somos tu mejor amigo. Ese amigo que te gustaría tener en el instituto o en la universidad y que no tiene vergüenza de decirte la verdad sobre el sexo.
En las películas, dos personas con caras perfectamente simétricas se miran y en la siguiente escena están en la cama haciéndolo. Por desgracia, cuando se está soltero y se tiene una cita, esto rara vez sucede. Sobre el sexo: eso requiere un poco más de trabajo.
Hay toda una serie de actividades que podrían y, se podría argumentar, deberían considerarse sexo. Un buen número de ellas no implican en absoluto el roce de los genitales. El sexo oral, la masturbación mutua, el trabajo con los dedos, tanto interno como externo, e incluso algunas formas de voyeurismo o de juego de fantasía excitante, no son sólo cosas sobre el sexo, sino sexo real.
Dado que estos aspectos pueden ser y son vistos de forma diferente por cada pareja, volvemos a la cuestión de la comunicación y a lo más importante, lo que es imprescindible en todos los encuentros sexuales: el consentimiento. Todas las partes implicadas deben ser capaces de consentir de forma sólida, segura y confiada lo que se va a hacer.
La fisiología de cada persona es diferente. Las vulvas, los penes, las vaginas y los testículos tienen todas las formas, tamaños y disposiciones. Por eso, lo que funciona con una pareja puede no funcionar con otra.
Afortunadamente, no es ningún secreto que la comunicación es el secreto del buen sexo. Pero una comunicación abierta antes, durante y después puede conducir a un sexo estupendo. Dile a tu pareja lo que prefieres sobre el sexo y lo que está fuera de la mesa antes de empezar.
Hazle saber lo que funciona y los ajustes que podrían hacerse durante. Y, después de los mimos necesarios o del periodo de reajuste, comentad lo que os ha funcionado si esta va a ser una actividad recurrente para vosotros.
Y aquí viene lo más importante: escucha lo que te dice tu pareja. No te ofendas si te cambia la mano o te pide que te muevas un poco hacia la izquierda. No es una crítica; es una ayuda. Os va a venir mejor a los dos escuchar lo que os dicen.
Tus preferencias sobre el sexo pueden cambiar de un año a otro. O de pareja a pareja. O de sesión en sesión. Tu estado de ánimo puede haber cambiado. Dependiendo de lo que ocurra físicamente, los viejos métodos pueden no funcionar de vez en cuando.
Esto es especialmente cierto en el caso de las personas que tienen la menstruación, las embarazadas o las que han tenido un bebé recientemente, las personas que han hecho ejercicio poco antes de empezar a tener relaciones sexuales, o las personas que han empezado a tomar una nueva medicación.
A veces es triste, a veces es furioso y a veces es vergonzoso. El sexo viene en una variedad de sabores y el “sexo porno caliente” es sólo una de las cosas que están en el menú. Para ser sinceros, el sexo desordenado suele ser más interesante que el sexo porno. Es fácil emular lo que has visto en la televisión. El verdadero reto del sexo consiste en hacer que el sexo sea personal y único para el individuo.
Sobre el sexo: Llegar al orgasmo no es tan sencillo como nos han hecho creer. En la cultura pop, el clímax se presenta a menudo como algo que ocurre fácilmente, y rápidamente. Sin embargo, para muchas personas supone un mayor esfuerzo, e incluso un poco de tarea.
Es importante que cada uno conozca su cuerpo y su sexualidad para saber qué le funciona. Ayuda a descubrir lo que te lleva al orgasmo por ti mismo, así que dedica tiempo a la exploración, tanto a solas como en pareja. Si no conoces tus puntos de placer por ti mismo, ¿cómo puedes esperar que los demás lo hagan?
O, el cruel alcohol: hace que quieras tener más sexo, pero que seas mucho peor a la hora de tenerlo. No hace falta mucho tiempo para darse cuenta de que estar encima es mejor cuando no tienes los giros.
No siempre va a ser como: “Yo traigo el vino, tú enciendes las velas; vamos a tener sexo como si nos odiáramos”. También hay nuevas posturas extravagantes, risas en mitad del coito y, en general, un buen desenfreno. Y eso dice mucho de lo cómodos que estáis el uno con el otro sexualmente, lo que lleva a más y mejores orgasmos.