Trucos para mejorar tu autoestima
La autoestima es lo que uno siente por sí mismo, o la opinión que tiene uno de sí mismo.
La autoestima es lo que uno siente por sí mismo, o la opinión que tiene uno de sí mismo.
Todo el mundo tiene momentos en los que se siente un poco bajo o le cuesta creer en sí mismo. Sin embargo, si esto se convierte en una situación a largo plazo, puede acarrear problemas, incluidos los de salud mental, como la depresión o la ansiedad. Algunos de los síntomas de la baja autoestima también pueden ser un signo de estos problemas.
La autoestima es a menudo el resultado de toda una vida de experiencias, y en particular de lo que nos ocurrió de niños. Sin embargo, es posible mejorarla a cualquier edad.
Algunas personas piensan que la autoestima es su voz interior, la voz que te dice si eres lo suficientemente bueno para hacer o lograr algo. En realidad, se trata de cómo nos valoramos a nosotros mismos, y de nuestras percepciones sobre quiénes somos y de qué somos capaces.
Las personas con una buena confianza en sí mismas suelen tener una opinión positiva de sí mismas y de la vida. Esto las hace mucho más resistentes y más capaces de afrontar los altibajos de la vida. Sin embargo, las personas con poca autoestima suelen ser mucho más críticas consigo mismas. Les resulta más difícil recuperarse de los retos y contratiempos. Esto puede llevarles a evitar situaciones difíciles.
Sin embargo, esto puede hacer que su autoestima disminuya aún más, porque se sienten aún peor consigo mismos. La falta de confianza en sí mismo puede influir en el comportamiento de las personas, por no hablar de lo que consiguen en sus vidas.
El primer paso es identificar, y luego desafiar, tus creencias negativas sobre ti mismo. Fíjate en los pensamientos que tienes sobre ti mismo. Por ejemplo, es posible que pienses “no soy lo suficientemente inteligente para hacer eso” o “no tengo amigos”. Cuando lo hagas, busca pruebas que contradigan esas afirmaciones. Anota tanto la afirmación como las pruebas, y vuelve a mirarlas para recordarte que tus creencias negativas sobre ti mismo no son ciertas.
También es una buena idea anotar las cosas positivas sobre ti mismo, como ser bueno en un deporte, o las cosas agradables que la gente ha dicho sobre ti. Cuando empieces a sentirte deprimido, recuerda estas cosas y recuerda que hay muchas cosas buenas en ti.
En general, el diálogo interno positivo es una parte importante para mejorar tu autoestima. Si te sorprendes a ti mismo diciéndote cosas como “no soy lo suficientemente bueno” o “soy un fracaso”, puedes empezar a darle la vuelta a la situación diciéndote “puedo superarlo” y “puedo tener más confianza en mí mismo viéndome de una forma más positiva”. Al principio te encontrarás con que vuelves a caer en viejos hábitos negativos, pero con un esfuerzo regular puedes empezar a sentirte más positivo y a aumentar tu confianza.
Probablemente descubrirás que hay ciertas personas -y ciertas relaciones- que te hacen sentir mejor que otras. Si hay personas que te hacen sentir mal, intenta evitarlas. Establece relaciones con personas que te hagan sentirte bien contigo mismo y evita las relaciones que te hunden.
No tienes que ser perfecto cada hora de cada día. Ni siquiera tienes que sentirte bien contigo mismo todo el tiempo. La autoestima varía de una situación a otra, de un día a otro y de una hora a otra. Algunas personas se sienten relajadas y positivas con sus amigos y colegas, pero incómodas y tímidas con los desconocidos.
Otras pueden sentirse totalmente dominadas en el trabajo, pero con dificultades en la vida social. Date un respiro. Todos tenemos momentos en los que nos sentimos un poco deprimidos o nos cuesta mantener nuestra autoestima. La clave es no ser demasiado duro con uno mismo. Sé amable contigo mismo y no demasiado crítico.
A las personas con baja autoestima les suele costar defenderse o decir que no a los demás. Esto significa que pueden agobiarse en casa o en el trabajo, porque no les gusta negar nada a nadie. Sin embargo, esto puede aumentar el estrés y dificultar aún más su gestión. Por lo tanto, desarrollar su asertividad puede ayudar a mejorarla. A veces, actuar como si creyeras en ti mismo puede ayudar a aumentar la autoestima.
Es mucho más fácil sentirse bien con uno mismo cuando se está en forma y sano. Sin embargo, las personas con baja autoestima suelen descuidarse, porque no creen que “merezcan” ser atendidas. Intenta hacer más ejercicio, comer bien y dormir lo suficiente. También es buena idea dedicar tiempo a relajarse y a hacer algo que le apetezca, en lugar de algo que otra persona espera que haga. Puede descubrir que cambios sencillos como éste pueden suponer una gran diferencia en su perspectiva general.
Las personas con poca confianza en sí mismas suelen evitar las situaciones difíciles y desafiantes. Una forma de mejorar tu autoestima puede ser aceptar un reto. Esto no significa que tengas que hacerlo todo tú mismo -parte del reto puede ser buscar ayuda cuando la necesites-, pero prepárate para intentar algo que sabes que será difícil de conseguir.