La vulva es la parte del cuerpo de la mujer que protege los genitales. Incluye los genitales femeninos externos, como el monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris y el perineo. Puede afectar a mujeres de todas las edades, aunque la vulvodinia suele aparecer entre los 20 y los 60 años. Se calcula que alrededor del 15% de las mujeres padecerán esta afección a lo largo de su vida.

El síntoma más común es una sensación de dolor, cruda o de ardor o escozor. Algunas mujeres lo describen como un dolor “parecido a un cuchillo” o como si les echaran ácido en la piel. El dolor puede ser constante o puede ir y venir, o sólo ocurrir con la presión o el contacto. Otros síntomas pueden ser palpitaciones, picores o crujidos. La mayoría de las mujeres sexualmente activas afirman que las relaciones sexuales son dolorosas o imposibles. 

Los síntomas también incluyen: dolor al presionar o tocar el vestíbulo mientras se mantienen relaciones sexuales o se introduce un tampón, al sentarse durante periodos prolongados de tiempo, al llevar pantalones ajustados, al hacer ejercicio como montar en bicicleta o caminar y, en algunas mujeres, el dolor puede producirse al orinar.

El dolor puede afectar a un punto concreto, o puede sentirse en una zona más amplia, como el clítoris, el perineo, el monte de Venus y la cara interna de los muslos. También puede afectar a la zona que rodea a la uretra y a la parte superior de las piernas y la cara interna de los muslos.

No existe una prueba específica para determinar si se tiene vulvodinia. El diagnóstico implica descartar otras causas. Su médico le preguntará sobre su historial médico, sexual y quirúrgico y sobre el tipo de síntomas que tiene. El médico también puede realizar un examen pélvico para buscar infecciones u otras causas de los síntomas.

También puede tomar una muestra de células de la vagina o la vulva para comprobar si hay infecciones bacterianas o por hongos. El médico también puede comprobar los músculos del suelo pélvico para asegurarse de que no están tensos, contraídos y dolorosos al tacto. 

La vulvodinia puede repercutir en las relaciones íntimas y en el bienestar psicológico, incluyendo el aumento de la depresión, la ansiedad y la disminución de la autoestima. Las construcciones sociales en torno al sexo y la feminidad también agravan las dificultades psicológicas al aumentar la vergüenza, el silenciamiento y la culpa por no ser capaz de “actuar como una mujer”, lo que a su vez lleva a las mujeres a sentirse sin género y a dejar de ser “una mujer de verdad”.

Si tiene vulvodinia, no deje que la ausencia de signos visibles o la vergüenza de hablar de los síntomas le impiden buscar ayuda. Existen opciones de tratamiento para reducir las molestias. Y su médico podría determinar la causa de su dolor vulvar, por lo que es importante que se someta a un examen.

vulvodinia

Pero hay muchas cosas que puedes hacer para aliviar los síntomas. Utiliza estos consejos para controlar el dolor:

Tratamiento de la vulvodinia

Algunos tipos de dolor vulvar mejoran con cremas o píldoras elaboradas para tratar las infecciones por hongos. A veces el dolor desaparece si se utilizan cremas que contienen estrógeno o cortisona. Pero la crema de cortisona no es buena para usarla durante largos periodos de tiempo. Algunos medicamentos antidepresivos pueden ayudar al dolor e irritación de los nervios. Otros tratamientos que pueden ayudar son las inyecciones de interferón, la terapia láser o la cirugía.

Los espasmos musculares en la zona pélvica también pueden empeorar el dolor vulvar. La fisioterapia o los tratamientos de biorretroalimentación, que ayudan a fortalecer y relajar los músculos pélvicos, pueden ayudar a aliviar los espasmos. Si decides probar uno de estos tratamientos, busca un terapeuta formado en salud femenina.

Con la práctica, puedes aprender a relajar los tejidos de los músculos pélvicos con ejercicios que hagas en casa para liberar la tensión de los músculos y las articulaciones.

También se pueden tomar otras medidas que no implican medicamentos. Si se produce una vulvodinia, el primer paso es dejar de usar cualquier irritante, como los jabones perfumados. Pero hay otras cosas que puedes probar para aliviar los síntomas:

Limpia siempre tu vulva con suavidad, evita los jabones y otros productos, como los sprays vaginales o las duchas vaginales que irritan tu piel.

Usa ropa de algodón holgada. Evita el nylon y otros tejidos que mantengan la humedad cerca de la piel. Esto puede causar irritación y permitir que se inicie una infección.

Evita los baños calientes y no utilices jabones o productos de baño para lavar la vulva. Enjuágate sólo con agua y sécate suavemente la zona.

Un cambio en los productos menstruales puede ayudar, por ejemplo, cambiando los artículos sintéticos por los de algodón.

Alivia el picor y el dolor con una compresa de agua fría o con baños fríos. No te rasques la zona.

Prueba a utilizar un lubricante vaginal para reducir la irritación que se produce al mantener relaciones sexuales.

Dado que el estrés puede desempeñar un papel en la vulvodinia, ya sea como desencadenante o como consecuencia, el control del estrés puede ayudar a aliviar los síntomas. La acupuntura y la terapia cognitiva conductual son opciones que se están estudiando actualmente. Practicar ejercicios de relajación y respiración. La meditación y las imágenes guiadas son dos ejemplos de cómo puede reducir el estrés y relajar la mente y los músculos.