Pasos para la confianza sexual femenina
Esto puede ser una sorpresa para muchos, pero la confianza sexual femenina no consiste en ser "buena" en la cama.
Esto puede ser una sorpresa para muchos, pero la confianza sexual femenina no consiste en ser "buena" en la cama.
La confianza sexual femenina tampoco consiste en tener unos abdominales marcados o unas tetas grandes. Y tampoco es fruto de tener mucho sexo. Aunque puede significar cosas diferentes para cada persona, en el fondo la confianza sexual femenina consiste en sentirse cómoda en el cuerpo, saber que se merece el placer y ser capaz de expresar lo que se disfruta, así como escuchar las necesidades de la pareja sexual.
Aunque hay múltiples razones por las que podemos carecer de confianza sexual femenina, muchas veces es algo que simplemente “va y viene”. Antes incluso de hablar de sexo, tenemos que averiguar cómo nos sentimos con nuestro cuerpo, así que una de las preguntas clave es: ¿cómo podemos sentirnos más positivas con nuestro cuerpo?
En este artículo trataremos de averiguar por qué es importante la confianza sexual femenina, qué relación tiene con nuestra confianza en el cuerpo y cómo conseguirla.
Como seres humanos, es natural no sentirse seguro de sí mismo en cada cosa que hacemos en nuestras vidas. Desde el síndrome del impostor en el trabajo hasta la inseguridad en nuestro cuerpo, es una lucha constante que atravesamos más veces de las que nos gustaría admitir. Pero si hay un tema del que no hablamos lo suficiente entre nuestros amigos o seres queridos, es el de la confianza sexual femenina.
A pesar de lo tabú que puede ser el tema del sexo, es imperativo entender cómo la confianza sexual femenina puede afectar a nuestras vidas. Porque antes incluso de iniciar el acto, los factores culturales, familiares y psicológicos influyen en nuestra visión y relación con el sexo, nos guste o no. Esto, a su vez, puede impedir o permitir que tengamos una autoestima sexual sana una vez que nos decidimos a hacerlo.
Nuestro cuerpo físico es el vehículo a través del cual nos expresamos y recibimos placer, y tener una mala relación con él nos perjudica enormemente. Nos hace tener miedo de ser vistos -física y emocionalmente-, lo que nos impide establecer relaciones profundas con los demás.
Nos hace estar ansiosos e incapaces de relajarnos durante el sexo, lo que nos impide recibir placer. Nos desconecta de nuestra intuición y nuestra verdad, y estar en sintonía con ellas es crucial para poder vivir vidas auténticas y plenas. La buena noticia es que puedes sanar tu relación con tu cuerpo y sentirte extremadamente conectado a él sin tener que cambiar nada de él.
Para ello, debes recurrir a los recuerdos, las experiencias pasadas y los sentimientos cuando surjan temas relacionados con la sexualidad. A continuación, tienes que aprender a procesarlos. Escribir un diario sobre tus experiencias personales con el sexo (ya sea sobre conversaciones que has tenido o actos sexuales que has realizado) puede permitirte obtener una visión de 360º de por qué no te sientes seguro mientras tienes relaciones sexuales.
Sin embargo, si hacer esto te resulta demasiado incómodo, tampoco pasa nada. En lugar de escribir el diario por tu cuenta, puede ser una buena idea ponerte en contacto con un profesional para que te ayude a descubrir de dónde viene esa falta de confianza. Algunas personas pueden necesitar el apoyo de terapeutas o psicólogos porque, a menudo, las inseguridades provienen de traumas pasados, ya sean físicos o de otro tipo, y por eso los profesionales pueden ayudar.
Ser sexual tiene que ser una decisión tuya. No estarás auténticamente en ello si decides ser sexual porque tu novio lo quiere o tu marido te lo ruega. Puedes tomar la decisión de aprender sobre tu sexualidad y tener mejor sexo si así lo decides, pero por favor no dejes que alguien te convenza porque eso es lo que quiere para ti. Necesitas tener una discusión contigo misma sobre si estás preparada para ser más sexual.
El siguiente paso es aprender a masturbarse y comprender la relación entre las mujeres que se masturban y la confianza sexual. Algunas de nosotras hemos sido educadas para creer y pensar que el sexo es sucio y que las chicas no deben tocarse. Como mujer adulta, deberías pensar en darte permiso para encontrar placer y masturbarte cuando quieras. Un buen punto de partida es pedir un vibrador online.
Realizados con un esfuerzo constante, los rituales de amor propio marcarán una gran diferencia en la relación con tu cuerpo y te ayudarán a ganar confianza en todos los ámbitos de tu vida. Aquí tienes algunas ideas:
Afirmaciones: Las afirmaciones positivas son una forma sencilla pero poderosa de engañar a nuestra mente para que piense que somos fuertes. Algunos ejemplos son: “Soy digno sin importar mi aspecto”. “Soy hermosa por dentro y por fuera”. “Soy más que mi cuerpo”. Encuentra una que te convenga y repítela todas las veces que quieras.
Trabajo en el espejo: Cuanto más mires a tu cuerpo, más lo amarás. También se convertirá en algo normal y relajado para ti cuanto más lo hagas. Ya sea desnudo o vestido, tómate un tiempo para admirar tu forma física. Y si recitas afirmaciones mientras lo haces, ¡puntos extra!
Gratitud/cambio de mentalidad: Apreciar nuestro cuerpo por lo que es y por lo que puede hacer nos permite amarlo más y odiarlo menos por lo que no es o por lo que no puede hacer. ¿De qué estás agradecido? ¿La capacidad de moverse o de bailar? ¿La capacidad de ver u oír cosas bonitas? Cuando aprendemos a ver nuestro cuerpo como algo milagroso, es difícil odiarlo.
Auto-masaje: Coge un poco de aceite de coco o loción y desliza lentamente las manos por tu cuerpo, prestando especial atención a las partes del cuerpo que no te gustan. Prestarte este cuidado y atención es como infundir literalmente amor a tu cuerpo, demostrándote que es digno de atención, placer, amor y admiración.