El deporte se percibe como una encarnación de valores positivos y morales, como la cooperación, el respeto mutuo, la equidad y la igualdad.
El deporte es una poderosa herramienta de desarrollo social. El desarrollo social consiste en mejorar el bienestar de cada individuo de la sociedad para que pueda alcanzar todo su potencial. El éxito de una comunidad está ligado al bienestar de cada ciudadano. El deporte no es sólo actividad física, sino que promueve la salud (física y mental) y la educación, fomenta el desarrollo cognitivo, enseña comportamientos sociales y ayuda a la cohesión social. El deporte puede utilizarse para aumentar el capital social y la integración social de las personas homosexuales en la comunidad en general, así como para empoderarlas y dotarlas de habilidades que les ayuden a retribuir a la comunidad.
Las personas homosexuales siguen encontrando barreras a la hora de acceder al deporte y participar en él. Sufren discriminación y acoso en todos los niveles del deporte, desde el comunitario y recreativo hasta el profesional y de élite. Para que el deporte se utilice como herramienta de desarrollo e inclusión, debemos trabajar para cambiar la cultura deportiva y hacerla más acogedora para las minorías sexuales y de género.
En el mundo del deporte, los atletas homosexuales a menudo se ven obligados a ocultar su orientación sexual y mantenerla como un asunto privado. Esto se debe principalmente a la masculinidad hegemónica asociada al deporte. La homosexualidad se considera exactamente lo contrario y, por lo tanto, no se asocia con el deporte. La forma en que los deportistas se hablan entre sí en los vestuarios también dificulta que los homosexuales salgan del armario. Los chicos se dedican insultos homófobos en broma o hinchan el pecho hablando de mujeres para expresar su masculinidad.
Las mujeres deportistas, a diferencia de sus homólogos masculinos, se consideran más libres para hablar de su orientación sexual. Pero sigue existiendo la idea errónea de que a las mujeres deportistas se las considera homosexuales. En los deportes universitarios y profesionales masculinos está empezando a ser más común que los atletas sean más abiertos sobre su orientación sexual en público. Esto plantea la cuestión de si las cosas están cambiando en nuestra sociedad para que la aceptación de los deportistas homosexuales sea más común. Una mayor aceptación por parte de nuestra sociedad en su conjunto hará que más deportistas homosexuales, tanto hombres como mujeres, se sientan libres para dar la cara y hablar abiertamente de su orientación sexual.
Muchos equipos siguen dando poca prioridad a abordar la exclusión y la discriminación que sufren las personas homosexuales. Anteriormente, se pensaba que esto se debía a la falta de pruebas cuantitativas sobre el problema; sin embargo, en la última década se ha llevado a cabo un gran número de investigaciones cuantitativas, incluidos dos estudios internacionales, que aportan pruebas contundentes de que los comportamientos discriminatorios siguen siendo habituales en el deporte y perjudican a esta población.
He aquí el precio de la homosexualidad en el deporte y lo que pueden hacer los clubes para controlar el problema.
¿Por qué no todos los deportistas gays y lesbianas se sienten seguros en sus clubes deportivos?
Principalmente por la ligereza con la que se utiliza la palabra homo o gay como término de abuso. Puede ser dentro de un equipo, hacia un oponente o por parte de los espectadores. Siempre está relacionado con algo negativo, como fallar un gol, por ejemplo. También se puede ver homofobia en la forma en que los compañeros de equipo se tratan entre sí fuera del campo. A veces no quieren cambiarse en el mismo vestuario que alguien que acaba de salir. Tienen miedo de querer tocarles o tener relaciones sexuales con ellos, ¡lo cual es obviamente absurdo!
¿Cuáles son los efectos?
Los deportistas gays y lesbianas no se sienten cómodos, lo que es una pena porque les impide utilizar todo su talento. Tienen que estar siempre en guardia y eso requiere mucha energía. Los equipos pierden mucho talento si no ofrecen un espacio seguro a sus compañeros gays y lesbianas.
¿En qué tipo de deportes influye?
El fútbol recibe la mayor atención porque es el deporte número uno en popularidad. Últimamente ha tratado de abordar esta cuestión. Pero la homofobia no es tan prioritaria en otros deportes de equipo. El fútbol femenino parece menos afectado. Hay muchas modelos lesbianas en el fútbol femenino profesional. El tabú de la homosexualidad es mucho menos importante en ese entorno.
¿Qué pueden hacer los equipos y los clubes contra la homofobia?
Los equipos deben debatir el tema y establecer normas básicas. Lo mismo se aplica a los clubes deportivos. Podéis debatir juntos de dónde viene el insulto “homo”, por qué la gente lo utiliza y qué podéis hacer vosotros, como equipo y club deportivo, para dejar de utilizarlo como insulto. Debéis acordar comportamientos que hagan que todo el mundo se sienta seguro y que todos utilicéis juntos en el vestuario sin comportaros como niños.