¡Prepárate para disfrutar de las mejores posturas para el sexo gay! Hay un montón de posturas sexuales estupendas que pueden probar dos personas con pene.

Una de las formas más sencillas y menos laboriosas de darle un toque picante a tu relación es explorar las posturas del sexteto. Probar cosas como el Kinks o el BDSM suele requerir la compra de material, que puede resultar caro. También puede implicar ir a clubes, y no todo el mundo se siente lo bastante cómodo como para hacer esos ajustes. En cambio, una nueva postura sexual sólo requiere un poco de flexibilidad y ganas de explorar. Ni siquiera tienes que salir de la comodidad de tu dormitorio o sala de estar o dondequiera que tú y tu pareja o parejas tengáis relaciones sexuales.

Aquí tienes 6 de las mejores posturas para el sexo gay que deberías probar.

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Posición del misionero

Te daremos unos segundos para que acabes con los gemidos y los ojos en blanco. La postura del misionero es conocida como el pan blanco de las posturas para el sexo gay, pero al igual que el pan blanco, cuya versatilidad y adaptabilidad es legendaria, las posibilidades de la postura del misionero son infinitas. Permite muchas cosas que no son necesariamente posibles en posiciones sexuales más atrevidas. Cosas como los besos y el contacto visual directo, que pueden subir la temperatura a un once, son posibles.

Perrito

Este estilo de sexo gay es perfecto para una parte superior que confía en su fuerza y resistencia y una parte inferior que anhela los paseos más duros y ásperos y se siente cómoda cediendo el control. La parte superior controla la velocidad, el ritmo y el ángulo, mientras que la parte inferior tiene las manos libres para masturbarse o agarrarse a las sábanas. Si ambas partes son lo suficientemente flexibles, también es posible besarse.

Spooning

La postura de la cuchara no siempre se utiliza en el sexo gay. A veces, se trata simplemente de estar tumbado espalda contra pecho con tu pareja, con su mano alrededor de tu cintura o pecho. Aunque el Spooning es estupendo para fomentar la intimidad en las relaciones. El contacto visual suele ser imposible (a no ser que el de abajo sea un yogui experto), pero el contacto piel con piel lo compensa con creces. Es ideal para una penetración lenta y profunda, y como todo el mundo está cómodamente estirado en la cama o en el suelo, no hay necesidad de precipitarse por miedo a calambres o lesiones. Puedes estar en esta postura durante horas si quieres. Siempre que utilices una superficie lo suficientemente grande, es ideal para el sexo con varias parejas.

Vaquero

Al igual que en la posición hetero de la vaquera, más conocida convencionalmente, la parte de arriba se tumba boca arriba, mientras que la parte de abajo se sienta a horcajadas sobre ella. El hombre penetra a la mujer por debajo. Esta posición es ideal para las nalgas a las que les gusta tomar el control, ya que controlan la profundidad de la penetración, así como la velocidad. La parte inferior hace la mayor parte del trabajo rebotando hacia arriba y hacia abajo, aunque la parte superior también puede mover sus caderas hacia arriba y hacia abajo. Si hay un tercer compañero, puede arrodillarse sobre la cara del primero o colocarse con ambos pies a ambos lados del primero, de modo que pueda recibir sexo oral o una paja del segundo. El vaquero invertido es muy parecido, excepto que esta vez el que está abajo mira hacia otro lado.

De pie

Al igual que en la posición del misionero, la posición de pie puede adaptarse de varias maneras. La premisa básica de la postura es que ambos miembros de la pareja se mantengan de pie. Para la penetración, el de abajo suele ponerse de espaldas al de arriba. Es mejor utilizar mucho lubricante en esta posición, o el sexo puede resultar incómodo. 

El de abajo suele apoyarse contra una pared, inclinándose ligeramente hacia delante, mientras el de arriba le penetra por detrás. Otra variante consiste en que los dos miembros de la pareja se coloquen uno frente al otro. Aunque la penetración no es posible, hay otras cosas divertidas que probar, como la masturbación mutua, los besos o explorar algunos juguetes sexuales para el sexo gay.

Sesenta y nueve

Probablemente sería más exacto llamar a esto sexo oral, ya que sólo es 69 cuando sólo hay dos socios involucrados. En esta postura, los dos miembros de la pareja se tumban uno al lado del otro, con las cabezas en direcciones opuestas pero uno frente al otro, para poder hacerse mamadas mutuamente. Sus posiciones reflejan los números 6 y 9 colocados uno al lado del otro, de ahí el nombre de la postura. Sin embargo, cuando participan varias personas, se denomina “margarita en cadena”, ya que las parejas suelen colocarse una al lado de la otra, de la cabeza a la entrepierna, formando un círculo. Es una postura íntima y embriagadora que provoca orgasmos alucinantes. La margarita en cadena puede ser tan larga como el espacio lo permita, por lo que es ideal para orgías.

Si todas estas posturas ya son habituales en tu vida sexual y quieres probar algo nuevo o darle un toque más picante, te sugerimos que cambies de sitio. Podéis probar el sexo en la ducha, en el coche o en la encimera de la cocina. Podrías añadir un juguete a la mezcla.