Duchas anales: ¿son seguras?
Algunas personas se dan duchas anales para sentirse más limpias y relajadas antes o después del sexo anal.
Algunas personas se dan duchas anales para sentirse más limpias y relajadas antes o después del sexo anal.
Si te dedicas al juego anal o a tocar fondo, puede que te preguntes cómo limpiarte antes del sexo anal. Después de todo, no nos enseñaron esto en la educación sexual y a menudo tenemos que descubrirlo por nuestra cuenta. Hay muchas maneras de limpiarse, sentirse cómoda y confiada antes del sexo anal, y una de ellas es utilizar las duchas anales.
Aunque nos encantan las duchas anales por lo efectivas y fáciles que son, hay medidas adecuadas que deben tomarse para asegurarse de que lo haces de forma segura.
Las duchas anales son el acto de limpiar el recto y el canal anal, tradicionalmente con el líquido expulsado de una pera de ducha. No está destinado a tratar una condición médica, como el estreñimiento, y puede hacerse antes y/o después del sexo. Lo más habitual es que se haga para preparar el recto y el canal anal para tocar fondo o para el sexo receptivo anal.
No es necesario realizar duchas anales antes de tener sexo anal. Normalmente, una limpieza suave del canal anal externo es lo suficientemente eficaz. Por lo tanto, la limpieza alrededor del orificio anal (externamente con su jabón favorito) debería ser suficiente para la mayoría de las personas.
Sin embargo, muchas personas prefieren hacerse una ducha anal para asegurarse de que están completamente limpios y listos para tocar fondo. Las duchas anales también pueden ayudar a las personas a sentirse más cómodas y relajadas antes de participar en el sexo anal porque, si se hace correctamente, ayudará a eliminar cualquier excremento persistente dentro del canal anal y el recto.
Aunque existen muchas duchas anales populares, incluyendo enemas precargados comprados en la tienda, duchas de pera, duchas de bolsa de agua y accesorios de ducha, desafortunadamente, cada uno de ellos viene con efectos negativos.
¿Por qué? Estas soluciones no fueron concebidas para la preparación del sexo anal y, por lo tanto, se sabe que causan daño al cuerpo. Por suerte, existe una solución compatible con el cuerpo y hecha específicamente para el sexo anal: es la primera solución isotónica que fue creada por profesionales médicos para limpiar el canal anal y el recto de forma suave, pero efectiva.
Una limpieza anal adecuada es la clave para una experiencia placentera y segura. En general, para realizar una ducha anal deberá colocarse junto al inodoro en una posición cómoda y utilizar lubricante antes de introducir la ducha y rociar lentamente el líquido. Ponte en una posición cómoda. La mayoría de los recursos recomiendan sentarse en el inodoro, ponerse a cuatro patas o estar de pie en la ducha. Sin embargo, creemos que estar de pie ayuda a evitar que el líquido suba demasiado al cuerpo.
Ahora que ya sabe cómo limpiarse correctamente el trasero, quizá se pregunte si debe hacerlo. Como hemos mencionado anteriormente, las duchas vaginales son un método que consiste en rociar un limpiador dentro de su recto. La limpieza anal suele considerarse segura cuando se hace correctamente, pero hay que tener en cuenta algo más.
Nuestros intestinos, más aún el ano y el recto para tocar fondo, contienen bacterias buenas que ayudan a digerir los alimentos, absorber los nutrientes, ayudar a la formación adecuada de las heces y mantener las bacterias malas bajo control. Apoyarlo con suplementos de fibra y una dieta equilibrada es una buena manera de mantener las bacterias buenas, pero ¿puede la limpieza anal cambiar eso? Mantener tu bioma intestinal feliz y saludable es una parte importante de aprender a limpiar el culo para el coito anal.
Esta estabilidad del microbioma es primordial para su funcionalidad. Las duchas anales agresivas y frecuentes con productos no desarrollados específicamente para el canal anal y el recto pueden en realidad eliminar las bacterias buenas, dejándote susceptible a toda una serie de problemas estomacales e intestinales. Su flora intestinal es valiosa para mantener un equilibrio electrolítico saludable y debe ser preservada en la medida de lo posible.
El agua sola o las soluciones químicas salinas en realidad provocan que las células de la región anorrectal se lesionen, causando posteriormente la muerte celular. Recuerde: las duchas vaginales con un enema preparado comercialmente antes del sexo anal o el uso de simple agua del grifo crean mucha mucosidad y sequedad en la zona, lo que también puede causar daños celulares, grietas y sangrado, facilitando la contracción y el contagio del VIH y otras ETS.
Uno puede estar dañando el revestimiento de la mucosa durante un periodo prolongado de tiempo y no saberlo hasta que sea demasiado tarde. Por eso es tan importante considerar una ducha isotónica diseñada específicamente para el canal anal y el recto, lo que la convierte en la mejor manera de prepararse para el sexo anal.
El exceso de duchas (limpieza demasiado profunda, con demasiada fuerza o con demasiada agua del grifo) puede causar problemas, como la dependencia de las duchas, la irritación anal prolongada, la producción elevada de mucosidad y el alargamiento o la contracción incompleta del recto/colon, lo que puede provocar estreñimiento crónico.
Los esfínteres anales mantienen todo dentro y el empuje constante que se requiere para las duchas vaginales puede causar lesiones a estos músculos, sin mencionar que la simple inserción de un dispositivo puede causar una lesión localizada adicional. Un uso adecuado y mucha lubricación ayudan a una mecánica correcta.