Hábitos diarios para fortalecer tu sistema inmunitario
La idea de potenciar el sistema inmunitario es atractiva, pero la capacidad de hacerlo se ha revelado esquiva por varias razones.
La idea de potenciar el sistema inmunitario es atractiva, pero la capacidad de hacerlo se ha revelado esquiva por varias razones.
En general, el sistema inmunitario realiza un trabajo extraordinario de defensa contra los microorganismos que causan enfermedades. Pero a veces nuestro sistema inmunitario falla: un germen invade con éxito y le hace enfermar. ¿Es posible intervenir en este proceso y reforzar el sistema inmunitario? ¿Y si mejora su dieta? ¿Tomar ciertas vitaminas o preparados de hierbas? ¿Realiza otros cambios en su estilo de vida con la esperanza de producir una respuesta del sistema inmunitario casi perfecta?
Una tormenta perfecta de contagios aéreos está a punto de abalanzarse sobre nuestro sistema inmunitario. Por primera vez en la historia moderna, el hemisferio norte puede experimentar un doble golpe de enfermedades graves a medida que la epidemia de gripe estacional desciende sobre un país que todavía está en plena pandemia.
Hay muchas cosas sencillas que se pueden hacer para montar una defensa formidable tanto contra el COVID-19 como contra la temporada de virus respiratorios de 2022, y ya estamos haciendo algunas de ellas, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social. Pero también hay algunos hábitos saludables adicionales que pueden ayudarle a reforzar su sistema inmunitario.
Tu primera línea de defensa es elegir un estilo de vida saludable. Seguir unas pautas generales de buena salud es el mejor paso que puede dar para que su sistema inmunitario funcione correctamente de forma natural. Todas las partes del cuerpo, incluido el sistema inmunitario, funcionan mejor cuando están protegidas de las agresiones del entorno y reforzadas por estrategias de vida saludable como éstas:
Algunos científicos sostienen que uno de los motivos por los que nos resfriamos más en invierno es que nos exponemos menos al sol y, por tanto, tenemos menos vitamina D. La llamada “vitamina del sol”, la vitamina D, se produce a partir de los rayos ultravioleta B (UVB) del sol.
Aunque se puede obtener la vitamina D a través de los alimentos, los expertos siguen recomendando que la mejor manera de aumentar los niveles de esta vitamina es recibiendo algunos rayos o tomando un suplemento si se tiene una deficiencia.
Los alimentos que consumes son un aspecto clave para determinar tu salud e inmunidad en general. Lleve una dieta baja en carbohidratos, ya que esto le ayudará a controlar los niveles altos de azúcar en sangre y la presión. Céntrese en una dieta rica en proteínas para mantenerse en forma. Consuma verduras y frutas ricas en betacaroteno, ácido ascórbico y otras vitaminas esenciales.
Algunos alimentos como las setas, la papaya, el tomate, el pimiento y las verduras verdes como el brócoli y las espinacas también son buenas opciones. El jengibre, las grosellas y la cúrcuma son algunos potenciadores naturales del sistema inmunitario. Algunos de estos superalimentos son ingredientes habituales en la cocina india. Hay varias hierbas que ayudan a reforzar la inmunidad, como el ajo, las hojas de albahaca y el comino negro.
Algunas semillas y frutos secos, como las semillas de girasol, las de lino, las de calabaza y las de melón, son excelentes fuentes de proteínas y vitamina E. Los probióticos, como el yogur y los alimentos fermentados, son también excelentes fuentes para rejuvenecer la composición de las bacterias intestinales, que son importantes para la absorción de nutrientes por el organismo. Estas son buenas opciones también para los mayores.
Bebe agua y caldo, y té, y cualquier cosa sin mucho azúcar. Estar hidratado es importante para la salud inmunológica porque el agua ayuda a eliminar todo. Es fundamental para los miembros de la población que envejece, que tienden a consumir menos líquido a lo largo del día.
¿Recuerdas cuando pasaste tres noches seguidas estudiando para los exámenes finales? Te resfriaste y probablemente no sea una coincidencia. Los estudios demuestran que la falta de sueño puede reducir considerablemente la fuerza del sistema inmunitario. Investigadores del sueño de varias universidades pusieron a prueba esta teoría exponiendo a 164 voluntarios al virus del resfriado a través de gotas nasales mientras controlaban su sueño y evaluaban sus hábitos de salud.
Resultó que los participantes que dormían menos de cinco horas tenían cuatro veces y media más probabilidades de resfriarse que los que dormían regularmente siete horas por noche. La falta de sueño afecta fundamentalmente a la salud física, y dormir poco era más importante que cualquier otro factor para predecir la probabilidad de que los sujetos se resfríen.
Siempre que no se esfuerce tanto el cuerpo como para quedar extremadamente agotado, hacer ejercicio aeróbico con regularidad es bueno para el corazón, los pulmones, el cerebro y el sistema inmunitario. En general, un cuerpo más sano está mejor preparado para defenderse de las enfermedades e infecciones, sobre todo de las infecciones de las vías respiratorias superiores, como los resfriados y la gripe.
El estrés desencadena la inflamación en el cuerpo, y la inflamación debilita el sistema inmunitario. Pero, ¿cómo puede alguien pasar el día sin sentir un poco de estrés? ¿Especialmente en tiempos de incertidumbre?
Sin duda es un reto, para todos, pero hay medidas que se pueden tomar para reducir el estrés, como mantener una actitud positiva, darse cuenta de que hay cosas que simplemente están fuera de nuestro control y adoptar técnicas de relajación como la meditación y el yoga. Incluso hay medidas para tener un sistema inmunitario sano que también ayudan a reducir el estrés, como hacer ejercicio con regularidad y comer de forma saludable.